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Comerciantes del camposanto “Todos los Santos”, en Chimalhuacán, denunciaron a funcionarios del Ayuntamiento por cobrarles hasta 2 mil 600 pesos para permitirles vender durante el Día de Muertos
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
El ambiente festivo del Día de Muertos, se convirtió en un escenario de abuso y corrupción en el panteón Todos los Santos, en la colonia Xochiaca de Chimalhuacán, donde decenas de comerciantes denunciaron haber sido víctimas de una red de extorsión orquestada según sus dichos por personal del propio Ayuntamiento. Los vendedores afirman que inspectores municipales les exigen pagos que van desde los 100 pesos por metro cuadrado hasta 2,600 pesos por puesto, con la advertencia de ser retirados si no cumplen.
La zona del camposanto amaneció resguardada por al menos 50 elementos de la Policía Municipal, cuya presencia, lejos de generar orden, ha servido para intimidar a los comerciantes que se resisten a pagar. “Nos dijeron que si no depositábamos el dinero no podríamos vender. Vinieron con patrullas y hasta tomaron fotos de los puestos. Es una vergüenza que el mismo gobierno nos robe”, denunció una mujer que vende flores y prefirió el anonimato por miedo a represalias.
Vecinos consternados por los hechos “Es un descaro total”, opinó Roberto Hernández, vecino de Xochiaca. “La presidenta municipal debería estar aquí ayudando, no permitiendo que su gente exprima a los pobres.” A su vez, doña Carmen López, comerciante desde hace dos décadas, lamentó: “Mi familia vive de esto. Ahora nos tratan como delincuentes solo por no pagar su mordida. Antes el Día de Muertos era motivo de unión, ahora es un martirio.”
De acuerdo con los vendedores, la romería del panteón representa para muchas familias hasta el 60% de su ingreso anual, pero los cobros ilegales reducen sus ganancias y los dejan en la ruina. A pesar de haber presentado denuncias ante la Contraloría estatal, aseguran que el gobierno local mantiene silencio y protege a los responsables.
Organizaciones sociales del municipio advierten que estos hechos evidencian la ineficacia y corrupción del Ayuntamiento de Chimalhuacán, encabezado por Xóchitl Flores Jiménez, que utiliza las festividades populares como mecanismo de recaudación irregular. “Si la autoridad no pone fin a estas prácticas, los comerciantes planean movilizarse para exigir justicia”, señalaron líderes vecinales.
Mientras tanto, entre flores, veladoras y ofrendas, el temor sustituye a la tradición: los vendedores trabajan bajo la mirada de policías y funcionarios que, aseguran, convirtieron el camposanto en un mercado de corrupción.
