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Mientras el gobierno municipal presume limpieza, orden y eventos culturales, las colonias periféricas padecen rezago, calles destruidas, apagones y escasez
Mario López
GRUPO CANTÓN
En el llamado “Pueblo Mágico” del Valle de Toluca, los contrastes sociales se han vuelto más visibles. Mientras el gobierno local, que encabeza Fernando Flores, presume orden y mantenimiento, las zonas periféricas de Metepec enfrentan rezago en servicios, inseguridad y deterioro urbano, situación que habitantes y colectivos locales describen como “abandono institucional”.
De acuerdo con el Observatorio Económico del Estado de México, el 79.5 % de la población de la Zona Metropolitana del Valle de Toluca, donde se incluye Metepec, vive con algún grado de rezago social urbano, concentrado principalmente en comunidades alejadas del primer cuadro.
Colonias como San Miguel Totocuitlapilco, San Jerónimo Chicahualco e Infonavit San Francisco, reportan deficiencias en alumbrado público, calles en mal estado y falta de acceso regular al agua potable.
El atlas de riesgo municipal identifica al menos 181 asentamientos en zonas de riesgo, mientras que organizaciones vecinales acusan falta de obras de mitigación y drenaje pluvial. En varios puntos, los vecinos denuncian acumulación de basura y camellones sin mantenimiento, pese a que el ayuntamiento anunció la incorporación de nuevos camiones recolectores.
En materia de seguridad, aunque Metepec figura entre los municipios con menor percepción de inseguridad del Estado de México, los reclamos vecinales han crecido, especialmente por lo que consideran una desigual distribución de recursos. Mientras el centro concentra obras y eventos culturales, las comunidades periféricas aseguran que el abandono es cada vez más evidente.
En palabras de un residente de Totocuitlapilco: “Aquí no llegan las obras, solo las promesas”.
Los habitantes señalan que esta situación ha generado un sentimiento de exclusión y descontento hacia las autoridades municipales. Mencionan que, aunque los discursos oficiales presumen avances y desarrollo, en la práctica las calles continúan deterioradas, la iluminación pública es deficiente y los servicios básicos, como el agua potable, se vuelven cada vez más escasos.
Para muchos, esta disparidad entre el centro y las colonias alejadas refleja una falta de planeación equitativa y de sensibilidad social en la gestión local.
