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Solo el 8.6% de los habitantes confía en que el gobierno de Cuautitlán Izcalli pueda resolver los problemas de la localidad, según el INEGI
Mario López
GRUPO CANTÓN
En octubre de 2025, el malestar social en Cuautitlán Izcalli se ha intensificado, esto en el avance de la gestión municipal de Daniel Serrano Palacios, y es que habitantes, líderes comunitarios y representantes de oposición, coinciden en que la inseguridad y la deficiencia en servicios públicos, son los principales problemas que enfrenta el municipio, uno de los más poblados del Estado de México.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (INEGI, septiembre 2025), solo el 8.6% de la población confía en que el gobierno municipal sea capaz de resolver los principales problemas, ubicando a Izcalli entre las ciudades con menor efectividad gubernamental del país.
La percepción de inseguridad es alta: seis de cada diez habitantes afirman sentirse inseguros al caminar por las calles o usar el transporte público.
Vecinos de colonias como Infonavit Norte, Bosques del Lago y Arcos de la Hacienda expresaron que los patrullajes son insuficientes y que los robos a transeúntes y en transporte público continúan siendo frecuentes.
“Los delincuentes operan en zonas conocidas y aun así no hay presencia policial. La gente vive con miedo”, señaló un representante vecinal de Ensueños.
A estos señalamientos se suman los de ediles de oposición, quienes acusan una falta de coordinación entre la policía municipal y estatal. Argumentan que, aunque los reportes oficiales muestran una ligera reducción en delitos de alto impacto, la percepción ciudadana se mantiene negativa por la falta de resultados visibles.
Analistas locales apuntan que la inseguridad no es el único factor de inconformidad: el bacheo deficiente, la escasez de agua y el deterioro del alumbrado público también influyen en el sentimiento de abandono.
“Las colonias llevan meses con fugas sin reparar y calles oscuras. Eso genera la sensación de que el municipio está rebasado”, indicó el urbanista y consultor en políticas locales, Jorge Vázquez.
En este sentido, la ciudadanía exige acciones concretas y sostenidas. Mientras las cifras oficiales muestran avances parciales, la vida cotidiana en Cuautitlán Izcalli refleja una realidad distinta: miedo, desconfianza y servicios en deterioro que mantienen a la población en constante preocupación.
