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Vecinos de colonias como Hacienda Piedras Negras, ARA y SARE denuncian hasta 15 días sin servicio potable y desagües colapsados que provocan inundaciones
Mario López
GRUPO CANTÓN
En octubre de 2025, uno de los principales problemas denunciados por habitantes, líderes comunitarios y ediles de oposición, en Chicoloapan, es la crisis de servicios básicos en este municipio, específicamente el desabasto de agua potable, drenajes colapsados e inundaciones recurrentes.
Problemática que a decir de las familias no ha asumido con mayor énfasis de solución, el presidente municipal para el periodo 2025-2027 Francisco Javier Mendoza Vásquez.
Vecinos de colonias como Hacienda Piedras Negras, Unidad ARA y SARE han denunciado que llevan semanas, incluso más de 15 días, sin agua potable. Uno de los testimonios recabados describe: “En SARE llevan 15 días sin una gota de agua; en la colonia CAME no hay servicio durante las noches”. A raíz del desabasto, la comunidad cerró la carretera México-Texcoco en la colonia San José para exigir la restitución del suministro.
Al mismo tiempo, en dicho municipio el drenaje ha demostrado falta de mantenimiento, lo que provoca inundaciones severas durante temporadas de lluvia.
En el Fraccionamiento Hacienda Piedras Negras, más de 500 viviendas resultaron afectadas cuando el agua brotó desde alcantarillas y colapsó el sistema; los vecinos responsabilizaron al municipio y a la obra de segunda etapa del Mexibús, por una construcción incorrecta del drenaje.
Por otro lado, además de las afectaciones directas, se suma la denuncia de que en el municipio se ha documentado la extracción ilegal de agua “huachicoleo del agua” con al menos dos sitios clausurados en Chicoloapan en operativos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en marzo de 2025.
Desde los analistas y representantes opositores se advierte que la percepción de abandono es alta: “La gente no puede ni lavarse, ni usar la cisterna porque no hay agua; el drenaje colapsa y luego nadie aparece a resolverlo”, comenta un representante vecinal del movimiento social. En este escenario, la falta de confianza en las autoridades locales se agrava cuando los servicios fundamentales fallan.
