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Familiares de internos y el colectivo Haz Valer Mi Libertad denunciaron que el espacio lleva varios días sin suministro de agua potable para los reclusos
REDACCIÓN
La escasez de agua ha convertido al penal de Almoloya de Juárez en un foco de insalubridad y desesperación. Desde hace varios días, los internos del Centro Penitenciario y de Reinserción Social, conocido popularmente como La Almoloyita, sobreviven sin acceso al líquido vital, lo que ha impedido la realización de actividades básicas de higiene personal, limpieza de celdas y funcionamiento de los sanitarios.
La crisis fue denunciada por familiares y activistas del colectivo Haz Valer Mi Libertad, quienes se manifestaron frente al centro carcelario para exigir una solución inmediata. “Nuestros familiares están en condiciones inhumanas. No hay agua para bañarse, para beber ni para los baños. Es un trato indigno que vulnera sus derechos”, declaró Laura Mendoza, madre de uno de los internos.
Los manifestantes señalaron que la falta de agua no solo afecta la salud y el bienestar de los reclusos, sino también el ambiente de convivencia dentro del penal, donde la tensión ha aumentado ante la ausencia de medidas correctivas.
Acusaron directamente al director del centro y a la Subsecretaría de Control Penitenciario de no implementar un plan de emergencia que garantice el suministro mediante pipas.
Algunos familiares aseguraron que los custodios tampoco cuentan con agua para sus turnos, lo que agrava el deterioro general del complejo penitenciario. “Si dicen que es una falla en la red municipal, que lo demuestren. Lo cierto es que los internos llevan más de una semana sufriendo por negligencia”, expresó Ricardo Torres, vocero del colectivo.
Hasta el momento, la Secretaría de Seguridad del Estado de México no ha emitido un comunicado oficial sobre el origen de la problemática ni sobre las acciones para resolverla. El silencio institucional ha incrementado la molestia de los familiares, quienes advirtieron que de continuar el desabasto interpondrán denuncias ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México y la CNDH.
Los inconformes anunciaron que mantendrán sus protestas hasta que el gobierno estatal garantice condiciones dignas dentro del penal y restablezca el servicio de agua, al que calificaron como una necesidad básica y un derecho humano innegociable.
