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Por Ricardo Sevilla
Salió el nuevo libro de la presidenta Claudia Sheinbaum, ‘Diario de una transición histórica’. Y déjeme decirle que no es solo una bitácora personal, sino la construcción de un relato político fundacional para la continuidad del movimiento conocido como la Cuarta Transformación (4T).
Este texto, en cierto sentido, puede verse como la primera pieza de historiografía que hace la primera mandataria de su estrecha relación con Andrés Manuel López Obrador.
Ahora bien, la publicación, que surge al año de su administración, cumple un doble objetivo: por un lado, legitimar la transferencia de poder de 2024, disipando cualquier atisbo de ruptura, como quisieran los conservadores.
Y un elemento adicional que no debe perderse en cuenta: posicionar a Sheinbaum no solo como una simple heredera, sino como la alumna predilecta y la depositaria fiel de los principios de la Transformación.
El libro está integrado por seis capítulos, prólogo, y un enfoque en el acompañamiento” y entrega de la batuta confirman que el texto también es un esfuerzo consciente por anclar el liderazgo de Sheinbaum a la figura de López Obrador, a quien reconoce como su guía, mentor y maestro.
El libro también documenta la gira conjunta post-elección entre Sheinbaum y AMLO, que fue un acto de pedagogía política masiva, asegurando a las bases que el proyecto no se desviaría.
Y le digo más.
La conclusión del libro, “Reflexiones sobre la llegada de la primera mujer a la presidencia de México”, es la clave para la reinvención del discurso.
La presidenta Sheinbaum, a través de este libro, revela que no solo hereda la 4T, sino que la enriquece con una dimensión de género.
Al reconocer la lucha de las mujeres, el libro busca inscribir su presidencia en la historia del feminismo político mexicano, diferenciándose de la narrativa puramente social de su antecesor e integrando un nuevo pilar ideológico a la 4T. El texto se proyecta, por lo tanto, como un manual de la 4T 2.0, la continuidad con perspectiva de género.