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Vecinos viven con miedo tras la aparición de más de 25 depresiones en lo que va de 2025, y es que la red de drenaje tiene más de cuatro décadas de antigüedad
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
El suelo de La Paz se abre bajo los pies de sus habitantes, mientras prevalece la indiferencia y el nulo actuar del ayuntamiento.
En lo que va del año, se han contabilizado más de 25 socavones en distintas zonas del municipio, lo que ha encendido las alarmas entre vecinos y autoridades.
Las grietas y hundimientos, que en cuestión de horas se transforman en profundos agujeros, son consecuencia directa del deterioro estructural del drenaje y del desgaste del subsuelo saturado por filtraciones.
De acuerdo con el Organismo Público Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OPDAPAS), buena parte de la red hidráulica del municipio fue instalada hace más de cuarenta años con tuberías de asbesto y cemento que ya superaron su vida útil.
Las fugas constantes de agua socavan el terreno, mientras el tránsito de camiones pesados agrava la erosión y provoca colapsos repentinos. Las colonias Jorge Jiménez Cantú, San Isidro y Floresta son las más afectadas. En la primera, los vecinos viven con el temor de que un nuevo hundimiento aparezca frente a sus casas.
“Vivimos con miedo. No sabemos si mañana el pavimento se va a abrir y se va a tragar un coche o a una persona”, comentó doña Carmen, habitante de la calle Amado Nervo, donde hace un mes un socavón devoró parte de la banqueta.
En San Isidro, un hundimiento reciente dañó la red de agua potable y dejó sin servicio a decenas de familias. “Las autoridades llegan tarde, solo vienen a rellenar con tierra. No hay prevención ni supervisión”, reclamó el señor Roberto, quien asegura que los reportes vecinales son ignorados hasta que ocurre un accidente.
El gobierno municipal inició obras de emergencia para sustituir tramos completos de tubería por materiales de polietileno de alta densidad, más flexibles y resistentes. Sin embargo, especialistas locales advierten que estas acciones son temporales si no se acompañan de una planeación integral de drenaje y control de cargas vehiculares.
