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REDACCIÓN
El Estado de México volvió a teñirse de sangre con el asesinato de dos mujeres en menos de 24 horas. Ambos crímenes, ocurridos en municipios distintos, comparten una misma marca: la violencia ejercida dentro del espacio más íntimo y supuestamente seguro, el hogar.
El primer caso se registró en Jiquipilco, donde una mujer fue hallada sin vida en su vivienda de la comunidad Santa Cruz Tepexpan. La víctima presentaba una profunda herida en el cuello provocada por un objeto punzocortante.
De acuerdo con reportes preliminares, el ataque ocurrió mientras su hijo se encontraba trabajando. Al regresar, descubrió la escena y dio aviso a las autoridades. Los paramédicos solo confirmaron su muerte.
En Xalatlaco, el horror se repitió. Elena, una mujer de 89 años, fue encontrada por sus familiares con múltiples lesiones en el cuerpo. Aunque intentaron trasladarla con vida al hospital municipal, los médicos declararon su fallecimiento poco después.
Las autoridades ministeriales trabajan bajo la hipótesis de un posible robo violento, aunque ninguna línea de investigación ha sido descartada.
Habitantes de ambas comunidades expresaron su dolor y enojo. “Es inaceptable que maten a mujeres indefensas en sus casas. Aquí todos la conocíamos, era una persona buena, sin problemas con nadie”, lamentó doña Rosa, vecina de Jiquipilco. En Xalatlaco, la indignación es la misma: “Doña Elena no podía ni caminar bien. No entendemos tanta maldad. Queremos justicia, no solo promesas”, señaló un residente del barrio San Juan.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México abrió carpetas de investigación por feminicidio y desplegó peritos en criminalística y agentes de la Policía de Investigación en ambas localidades. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, no había detenidos ni avances públicos sobre los responsables.
