Visitas
- “Tenemos una Presidenta muy chingona”, le dicen en sus recorridos
- Denuncia tergiversación de video y defiende diálogo con un poblador
- Relata su visita por las zonas afectadas y la solidaridad ciudadana
Juan R. Hernández
Ciudad de México.- Desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum sonríe con cansancio. En su rostro se asoman las huellas de los últimos días: kilómetros recorridos a pie, en helicóptero o en camioneta, bajo el sol o entre el lodo. A pesar del desgaste, anuncia que cien mil familias recibirán apoyos tras las lluvias.
La conferencia matutina transcurre entre reportes de reconstrucción, cifras de damnificados y promesas de ayuda. De pronto, un youtubero rompe el protocolo: “Presidenta, en los pueblos la gente la llama una presidenta muy chingona”.
El comentario provoca un murmullo en la sala. Sheinbaum suelta una risa breve y aprovecha el momento para hablar de lo que más la ha marcado en estos días: la solidaridad mexicana.
“He visto a soldados, marinos, médicos, voluntarios que no descansan. Ayer en Puebla me regalaron una canasta de frutas, lo poco que quedó, y me dijeron: para el pueblo que perdió todo. Esa generosidad conmueve. Nos enseña que gobernar es servir, no posar”.
Mientras repasa anécdotas de su recorrido por los cinco estados afectados por las lluvias, describe los encuentros con familias que lo perdieron todo, con quienes reclaman, lloran o simplemente la abrazan.
“Me bajo a hablar con ellos, porque eso somos: gobiernos del pueblo, por el pueblo. No importa si te aplauden o te gritan, uno gobierna por convicción, por amor”, reflexiona.
La mandataria detalla que serán cien mil familias las que recibirán apoyo: 10 mil millones de pesos iniciales para la reconstrucción, con montos que irán de 20 a 70 mil pesos según los daños. Además, un programa de empleo temporal para 50 mil personas y la contratación de cinco mil jóvenes para las labores de limpieza.
En medio de los datos, lanza una crítica directa: “Hay quienes buscan sacar raja política de la tragedia. Manipulan, tergiversan, difunden mentiras. Eso no ayuda, es mezquino”. Se refiere al video editado en el que, durante un diálogo con un poblador en Tianguistenco, pedía “fijarse por quién votan”.
“Sacaron de contexto mis palabras. Fue una conversación con un señor que se quejaba de su alcalde, que además es de Morena. ¿Cómo vamos a promover el voto? Fue un acto de deshonestidad”.
La conferencia termina con un aire distinto. Detrás de la estadista se asoma la mujer que escucha, que se ensucia los zapatos en la calle, la que recibe frutas, reclamos y afecto. Afuera, en las redes y en los pueblos, repiten una frase que ya parece consigna: “Tenemos una presidenta muy chingona”.
