Visitas
La llegada de Karla Cortés Treviño, exesposa del exgobernador Arturo Montiel, al aliado de Morena desata polémica en la política mexiquense
MARIO LÓPEZ
GRUPO CANTÓN
La llegada de Karla Cortés Treviño al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el Estado de México, ha encendido alertas en el panorama político local. Exmilitante del PRI durante más de 26 años, excandidata a diputada y exesposa del exgobernador Arturo Montiel, Cortés no solo se integra al Verde, sino que asume una posición en su dirigencia estatal como secretaria de Vinculación Ciudadana.
Su incorporación se da en medio de una serie de movimientos que involucran a múltiples exmilitantes del PRI, algunos de ellos con cargos actuales en gobiernos municipales.

La lista incluye a María Isabel Quezada Reyes (regidora en Temascalapa), Oguri Janett Pichardo Sotelo (quinta regidora en Ixtapan de la Sal), Rebeca Sámano (regidora en Acambay), Susi Rojas Jaimes (regidora en Amatepec), Elfego Rojas Solano (exalcalde de Amatepec) y Juan Carlos Acasio Abarca (exdirigente priista en Ixtapan de la Sal).
Aunque el PVEM ha evitado transparentar cifras, su dirigente estatal, José Alberto “Pepe” Couttolenc Buentello, presume una estructura de aproximadamente 200 regidores en los 125 municipios mexiquenses, muchos provenientes del PRI. Analistas advierten que este fenómeno responde menos a una convicción ideológica y más a una estrategia de reposicionamiento de cuadros tradicionales en un nuevo partido.
Durante su reciente informe legislativo, Couttolenc fue ovacionado con gritos de “¡Gobernador!”, lo que especialistas interpretan como un acto anticipado de campaña. El evento, más político que legislativo, reforzó las sospechas sobre un plan a largo plazo: utilizar al PVEM como plataforma electoral rumbo a las elecciones municipales de 2027 y, eventualmente, a la gubernatura de 2029.
El crecimiento acelerado del Verde, impulsado por la absorción de estructuras priistas, ha sido cuestionado por analistas y actores políticos, quienes señalan que la supuesta renovación partidista podría ser, en realidad, un proceso de reciclaje político. Se debate si el PVEM actúa como una vía alterna para el regreso del viejo priismo, esta vez disfrazado de “verde”.