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Romina Contreras abandona El Capulín: En Huixquilucan prefieren tapar sus narices que arreglar los drenajes

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Más de 200 mil habitantes de colonias como La Herradura sufren enfermedades por la contaminación de la presa, donde confluyen descargas de aguas negras 

Mario López 

La presa El Capulín, ubicada en Huixquilucan, se ha convertido en un foco rojo de contaminación ambiental y de salud pública, el cual debe asumir con mayor interés y entrega la administración municipal encabezada por Romina Contreras Carrasco

A la fecha las más de 200 mil personas que viven en colonias cercanas, como La Herradura y Parques de la Herradura, se ven afectadas diariamente por los malos olores y los riesgos sanitarios derivados de las aguas negras y residuos sólidos que llegan sin control al cuerpo de agua.

De acuerdo con reportes ciudadanos y líderes comunitarios, en los últimos años se han identificado más de 100 descargas de aguas residuales sin tratamiento que desembocan en la presa y en el río San Joaquín.

Estas descargas provienen tanto de asentamientos irregulares como de desarrollos habitacionales que carecen de infraestructura adecuada de drenaje. La situación ha generado molestias permanentes entre los vecinos, quienes denuncian síntomas como náuseas, enfermedades gastrointestinales, y padecimientos respiratorios.

A pesar de múltiples denuncias y llamados de atención a las autoridades locales, la problemática se mantiene.

Habitantes señalan que no pueden abrir ventanas por los malos olores, y temen que la exposición prolongada a estos contaminantes pueda provocar consecuencias más graves a largo plazo, especialmente entre niños y adultos mayores. Además, alertan sobre la proliferación de fauna nociva y la pérdida del valor ambiental y urbano de la zona.

Organizaciones civiles y legisladores han exigido al gobierno municipal de Huixquilucan que tome “acciones inmediatas para sanear la presa. Sin embargo, señalan que no se ha invertido un solo peso para resolver el problema estructuralmente, a pesar de que el riesgo sanitario y ambiental sigue creciendo. La acumulación de basura, sedimentos y aguas negras ha deteriorado severamente el ecosistema de la zona.

Vecinos proponen la implementación de un plan integral de saneamiento que incluya la instalación de plantas de tratamiento, la clausura de descargas ilegales y una campaña permanente de limpieza. También piden mayor transparencia en el manejo de recursos públicos destinados al medio ambiente, pues aseguran que,”no hay voluntad política para atender el problema de fondo”.

Mientras tanto, los afectados siguen esperando una “respuesta efectiva” por parte de las autoridades de Huixquilucan para rescatar la presa y mejorar su calidad de vida.

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