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Naucalpan gasta recursos en el proyecto “Rescate H2O” con esculturas y personajes animados, mientras el país genera 300 mil toneladas de plástico al año
Mario López
GRUPO CANTÓN
El lanzamiento del proyecto Rescate H2O Misión Mundial por parte del Gobierno Municipal de Naucalpan, encabezado por Isaac Montoya, ha sido presentado como una ambiciosa iniciativa para fomentar la cultura del agua y el reciclaje.
Sin embargo, detrás del colorido personaje “Chiquino” y de los balones gigantes que se colocarán en espacios públicos, surgen interrogantes sobre la eficacia real de este tipo de campañas frente a la gravedad del problema ambiental.
Lo anterior, mediante un análisis hecho a ese proyecto por diario Basta!: Si bien es positivo que autoridades municipales impulsen programas de educación ambiental dirigidos a niños y promuevan la economía circular, cabe preguntarse si la inversión en esculturas de arte huichol, series animadas y contenedores vistosos responde más a una estrategia de marketing político que a una solución estructural al manejo de residuos.
En México se generan más de 300 mil toneladas de plásticos al año, y aunque la tasa de reciclaje alcanza un 60%, el reto es sistémico y requiere más que intervenciones simbólicas.
Expertos en políticas públicas ambientales señalan que la colocación de contenedores no garantiza el reciclaje si no está acompañada de infraestructura adecuada, incentivos fiscales, regulación a la industria plástica y seguimiento efectivo del destino final del material recolectado.
Además, el enfoque excesivo en la niñez como motor de cambio, sin comprometer acciones concretas de la ciudadanía adulta y el sector privado, limita el impacto del programa.
Adicionalmente, preocupa que el proyecto centre sus esfuerzos en la creación de una escultura monumental como símbolo del reciclaje, sin detallar con claridad cómo se integrará esta acción en una política ambiental a largo plazo.
¿Qué seguimiento tendrá la recolección de plástico? ¿Existe un plan para escalar esta iniciativa a colonias con problemas reales de recolección y disposición de residuos?
Sin transparencia, evaluación de resultados y participación comunitaria real, el riesgo es que “Chiquino” se convierta en una figura decorativa más, mientras el problema de contaminación plástica continúa creciendo fuera del foco mediático.
