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Por Juan R. Hernández
En medio de los estragos que han dejado las lluvias torrenciales en distintos estados del país, la solidaridad vuelve a ser protagonista.
La bancada de Morena en el Congreso capitalino anunció la instalación de un centro de acopio para apoyar a los damnificados de Puebla, Querétaro, Hidalgo, Veracruz y San Luis Potosí. Un gesto que recuerda que, más allá de las diferencias políticas, la empatía sigue siendo un motor poderoso en tiempos difíciles.
Pero mientras las aguas se desbordan en el territorio, en la capital también se mueven corrientes internas que podrían marcar un cambio histórico en el Poder Judicial. La magistrada Rosalba Guerrero Rodríguez, aspirante a presidir el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX), recordó que desde 1987 ninguna mujer ha encabezado esta institución. “Es tiempo de mujeres”, afirmó, haciendo eco de las palabras de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha insistido en abrir espacios de liderazgo femenino en todos los ámbitos.
Con 36 años de trayectoria dentro del tribunal —como secretaria de acuerdos, jefa de departamento, jueza por dos décadas y magistrada durante once años—, Guerrero Rodríguez se presenta como una conocedora profunda del sistema judicial capitalino. Su propuesta de crear un observatorio ciudadano para dar seguimiento a los expedientes judiciales busca poner al justiciable en el centro del sistema, con transparencia, derechos humanos y perspectiva de género como ejes rectores.
En otro frente, la capital también dio un paso relevante en materia ambiental. Con el respaldo de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso local, presidida por la diputada Elvia Estrada Barba (PVEM), fue designada la bióloga Mónica Viétnica Alegre González como nueva titular de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT).
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, envió la propuesta, y el proceso se llevó a cabo con evaluación técnica y consenso multipartidista. “No es una decisión política, sino un análisis profundo de perfiles”, afirmó Estrada Barba.
En suma, entre la solidaridad ante la tragedia, la búsqueda de justicia con rostro femenino y la renovación del compromiso ambiental, la Ciudad de México muestra que los cambios reales se construyen desde la acción y la convicción.