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La manifestación del jueves fue catalogada como una de las más violentas de los últimos años
REDACCIÓN
CIUDAD DE MÉXICO. – La tarde del 2 de octubre comenzó con consignas, banderas y el eco de una memoria colectiva que año con año se niega a olvidar aquella masacre cometida en 1968. Se sabe que este día las calles de la Ciudad de México se convierten en el escenario de una de las marchas más importantes del calendario; sin embargo, la de este año fue la más violenta de las últimas que ha habido.
El día se tiñó de negro y rojo; entre los cantos y la exigencia legítima de justicia, la marcha se fue transformando en un campo de confrontación donde la violencia eclipsó el reclamo. Lo único que se dejó ver fue la sed de una venganza que no tiene cabida, la sangre brotó por doquier, sangre de policías, manifestantes, funcionarios, integrantes de los medios de comunicación en su mayoría en la plaza más importante de la capital, el Zócalo.

Los primeros choques surgieron cuando los del llamado Bloque Negro comenzaron a lanzar piedras, petardos, botellas y hasta ladrillos en contra de los cercos policiacos que, en cualquier manifestación se hacen presentes para mantener el orden. Todo era armas, martillos, mazos, palas, bastones, cadenas con candados y hasta bicicletas se usaron para violentar a quien se cruzara por su camino.
Escudos de plástico contra el concreto, gritos ahogados por el humo de las bombas molotov que estallaban por encima de los policías y el gas lacrimógeno que servía para intentar disuadir a los manifestantes, eso quedó en un intento.

Varias patrullas fueron vandalizadas; el respeto por la autoridad se perdió. Lo único que importaba era lastimar al uniformado, demostrar quién era más fuerte, quién pegaba más duro, quién ofendía con las palabras más crueles. Los comercios fueron saqueados e incendiados, las cortinas no sirvieron de nada más que para hacer ese ruido ensordecedor mientras eran pateadas y golpeadas para entrar y robar todo lo que estaba a la vista.
La violencia fue desmedida; más de 60 uniformados fueron lesionados y tuvieron que ser atendidos en el lugar. Ahora no se vio al bueno y al malo, ya que fotógrafos, camarógrafos y reporteros fueron víctimas de la furia de los manifestantes, entre ellos integrantes de los medios Foro Tv, La Razón, Multimedios, Publimetro, La Prensa fueron víctimas de agresiones físicas; el informante pasó a ser el protagonista de la nota. Para el nivel de violencia los detenidos fueron pocos, la cifra sumaba al cierre de esta edición apenas 18.

El 2 de octubre no se olvidó, pero quedó empañado por una espiral de violencia, esta vez de quienes dicen luchar en contra de ella.
NUMERALIA
18 detenidos por lesiones y uno por robo
60 Policías resultaron lesionados por los manifestantes
1500 Agentes de distintas corporaciones cuidaron el desarrollo de la marcha