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Ultiman a hombre dentro de su casa; los victimarios querían esconder su crimen roseando el cuerpo con cal

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El hallazgo de un hombre de 55 años, maniatado y con impactos de bala dentro de su vivienda en San Juan de las Huertas, Zinacantepec, sacudió a la comunidad.

REDACCIÓN

En Zinacantepec la violencia irrumpió de manera brutal en San Juan de las Huertas, donde un hombre identificado como Ángel N., de 55 años, fue encontrado asesinado dentro de su domicilio en la avenida Dos Cercas.

La escena descrita por las autoridades refleja un crimen cargado de sevicia: el cuerpo estaba recostado en una cama, maniatado de pies y manos, con múltiples heridas de arma de fuego y cubierto con cal, aparentemente para intentar disimular el olor de la descomposición.

El hallazgo lo realizaron familiares la mañana del miércoles, luego de varios días sin tener contacto con la víctima. Preocupados por su silencio, acudieron a visitarlo y se toparon con la escena macabra.

Tras corroborar que ya no presentaba signos vitales, dieron aviso inmediato a las corporaciones de seguridad. Policías municipales y estatales acudieron al lugar, acordonaron la vivienda y notificaron a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.

Peritos en criminalística llegaron posteriormente para realizar el levantamiento del cuerpo y recabar indicios. El caso fue turnado al área de homicidios de la FGJEM, que ya indaga si el asesinato se trató de un ataque directo o de un intento de asalto.

El hecho generó consternación en la comunidad, donde el temor y la indignación se mezclan con la impotencia. “Nunca habíamos visto algo así, parece que ni en la propia casa estamos seguros”, expresó doña Rosa, vecina del lugar. Otro residente, que pidió no dar su nombre, afirmó: “La delincuencia está desatada, cada día hay más crímenes y las autoridades llegan tarde o de plano no hacen nada. Hoy fue Ángel, mañana podemos ser nosotros”.

Vecinos señalaron que la falta de patrullajes en la zona y la ausencia de una estrategia clara de prevención del delito alimentan la inseguridad. “Aquí no vemos policías hasta que ya pasó la desgracia. Solo vienen a acordonar y se van. Nadie nos protege”, comentó un comerciante cercano.

El crimen de Ángel se suma a una serie de hechos violentos que han golpeado al municipio en los últimos meses, elevando la percepción de riesgo entre los habitantes.

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