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En la colonia Tlazala, vecinos denuncian que un terreno funciona como resguardo de camiones de gas, pese a ubicarse en plena zona habitacional, temen lo peor
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
En Los Reyes La Paz, un predio ubicado en la calle Álamos de la colonia Tlazala, mantiene en vilo a cientos de familias, a decir de vecinos el lugar, se ha convertido en estacionamiento y base de operaciones para más de una docena de camiones repartidores de gas estacionario, se encuentra rodeado de viviendas, escuelas y comercios, lo que multiplica el temor entre los colonos.
La alarma social se intensificó después de la explosión registrada en Iztapalapa la semana pasada, tragedia que dejó un saldo de muertos y heridos, y que los vecinos de La Paz, consideran un espejo de lo que podría suceder en su comunidad.
“No es un asunto menor: convivimos todos los días con una bomba de tiempo”, denunció María de los Ángeles, habitante de la zona, quien asegura que cada noche el olor a gas se percibe en las calles cercanas.
Las pipas entran y salen a todas horas sin que se adviertan medidas de seguridad visibles. Los residentes afirman desconocer si el predio cuenta con permisos oficiales para almacenar hidrocarburos en un área urbana y reprochan la ausencia de operativos de inspección.
“Aquí no ha venido nadie de Protección Civil. Es increíble que lo permitan. Parece que esperan a que pase una tragedia para reaccionar”, recriminó otro vecino, que pidió no revelar su nombre.
El enojo crece de la mano del miedo. Los colonos advierten que, si no hay respuesta inmediata de las autoridades municipales, estatales y federales, organizarán bloqueos en vialidades principales y protestas frente al palacio municipal para exigir el cierre definitivo del lugar. La comunidad insiste en que no puede normalizarse la presencia de tanques cargados de gas en medio de una colonia densamente poblada.
Mientras tanto, la desconfianza hacia las instituciones aumenta. Los vecinos aseguran que la omisión es una forma de negligencia que los pone en riesgo directo. “No pedimos favores, exigimos seguridad. No queremos convertirnos en otra noticia de explosión y muerte”, concluyó un residente con evidente consternación.
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