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• Solamente en 2024, se realizaron 12 mil 576 reportes por estos hoyos en la CDMX, según Segiagua
Por Diego Raya
Grupo Cantón
Ciudad de México.- Los socavones y baches se han convertido en un problema cada vez más frecuente en la vida diaria de los capitalinos, especialmente durante la temporada de lluvias. Según cifras de la Secretaría de Gestión Integral del Agua (Segiagua), 2024 fue el año con mayor número de reportes, al contabilizarse 12,576 casos. Esta cifra representa el punto más alto desde que se tiene registro.
El incremento ha sido progresivo. De 2020 a 2021, los reportes pasaron de 1,048 a 6,857, un aumento del 554%. En 2022 se registraron 7,185 casos, lo que representó un alza de 4.7% respecto al año anterior. Para 2023, los reportes ascendieron a 8,154, con un crecimiento de 13.5%. Finalmente, en 2024 se observó el repunte más significativo desde 2021: un au-mento de 54.3% respecto a 2023.

Los socavones se originan por la erosión del subsuelo, principalmente causada por fugas de agua y corrientes subterráneas que desgastan progresivamente la tierra. El flujo horizontal del agua genera cavidades ocultas que debilitan el terreno hasta provocar hundimientos repentinos, como ha ocurrido en diversos puntos de la ciudad este año.
Una fuga constante puede lavar el material entre la tubería y el pavimento, hasta que el pe-so exterior provoca su colapso. En la capital, este fenómeno se ha intensificado por el cre-cimiento urbano —con más construcciones que reducen la capacidad de absorción del suelo—, el tránsito de vehículos pesados que deterioran la carpeta asfáltica, y la acumula-ción de basura que obstruye coladeras e impide un drenaje eficiente.
La falta de mantenimiento preventivo en la red hidráulica y vial también contribuye a la aparición de estos hundimientos. Aunque los socavones son difíciles de prever, en zonas húmedas los encharcamientos constantes y los hundimientos irregulares pueden ser seña-les de alerta sobre su posible formación.
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