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• Recuerda que la Independencia se defiende todos los días
• Tambores, águilas y paracaidistas estremecen cielo del Zócalo
• Niños saludan soldados, sueñan con pertenecer al Ejército mexicano
Por Juan R. Hernández
Grupo Cantón
Ciudad de México.– “Ninguna injerencia es posible en nuestra patria. Nada detiene a una nación cuando el pueblo la sostiene y hay un gobierno que no se aleja de su pueblo”, afirmó la presidenta Claudia Sheinbaum, comandanta suprema de las Fuerzas Armadas, al encabezar la parada conmemorativa por el 215 aniversario de la Independencia.
Ante un Zócalo desbordado de emoción, con banderas ondeando y voces que coreaban “¡Viva México!”, se vivió este 16 de septiembre un desfile cívico-militar histórico: por primera vez, una mujer lideró el acto conmemorativo.
Hoy recordamos que el 16 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo encendió la esperanza y dio voz al anhelo colectivo de Independencia y justicia. Seguimos el ejemplo de heroínas y héroes que nos legaron un México fuerte, libre y soberano; por eso llevamos en el corazón las… pic.twitter.com/pq39CDMJBu
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) September 17, 2025
La mañana soleada se mezcló con el estruendo de tambores y trompetas, mientras la mandataria reivindicó la soberanía nacional y recriminó a los conservadores que, ayer y hoy, buscan apoyo extranjero para descalificar al país. “Nunca debemos olvidar que la independencia se defiende todos los días, en el campo, en las fábricas, en las ciudades, con los jóvenes y en las comunidades indígenas”, subrayó.
En la plancha del Zócalo destacaron los uniformes impecables de cadetes y soldados, entre ellos miles de mujeres. Más de 5 mil de los 16 mil efectivos que marcharon son parte de esta nueva generación que, con paso firme, mostró disciplina y orgullo. La ciudadanía los recibió con aplausos, vítores y hasta lágrimas. Niños vestidos con pequeños uniformes saludaban a los contingentes, soñando con pertenecer algún día al Ejército.

Hubo momentos memorables: el poema “A la Patria” declamado por la teniente Concepción Bolaños; el salto de siete paracaidistas del equipo “Guerreros Mexicas”; y el sobrevuelo de aeronaves que hizo levantar miles de miradas al cielo. El rugir de los helicópteros y el vuelo de águilas acompañaron una atmósfera que estremecía.
En su discurso, Sheinbaum recordó a héroes y heroínas con nombre y apellido, resaltando la aportación de las mujeres a la lucha por la libertad. “México será siempre soberano mientras cada uno de nosotros siga llevando en el corazón las palabras inmortales de Guerrero: ‘La Patria es primero’”, exclamó, provocando una ovación cerrada.

Entre vehículos blindados, binomios caninos, caballos y tambores, avanzó la columna marcial a lo largo de casi ocho kilómetros. La multitud respondió con porras y el grito unánime de “¡Viva México!”. Fue un desfile distinto: solemne, emotivo y profundamente simbólico, marcado por la fuerza del pueblo y la convicción de que la independencia se defiende cada día.
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