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El alcalde de Naucalpan ha resaltado como logros la iluminación, sin embargo, enfrenta 12 mil carpetas de delitos y 35% de su población vive en miseria extrema
Por Mario López
GRUPO CANTÓN
El gobierno encabezado por Isaac Montoya Márquez presume logros como la iluminación de Los Arcos de los Remedios y su asistencia a ceremonias educativas. Sin embargo, los cuestionamientos crecen sobre si estas acciones responden a las verdaderas necesidades de un municipio con graves rezagos en seguridad, servicios y desarrollo social.
Recientemente el gobierno destaca la colocación de 130 luminarias, la rehabilitación de 70 más y la aplicación de 300 toneladas de asfalto en vialidades cercanas al Acueducto, además de pintura y jardinería ornamental.
Pero mientras se destinan recursos a embellecer zonas emblemáticas, Naucalpan enfrenta una realidad distinta: de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2024 el municipio se mantuvo entre los 15 con mayor incidencia delictiva en el Estado de México, con más de 12 mil carpetas de investigación abiertas, principalmente por robo y violencia familiar.
En paralelo, Montoya promueve su imagen en eventos como la graduación del Conalep Naucalpan, donde entregó obsequios a estudiantes destacados y anunció la apertura de la Universidad Rosario Castellanos.
No obstante, cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) señalan que en Naucalpan el 35% de la población vive en pobreza y el 10% en pobreza extrema, condiciones que contrastan con las prioridades presupuestales orientadas a proyectos de impacto mediático.
El discurso de “rescatar la identidad de los naucalpenses” queda en entredicho cuando los vecinos denuncian falta de agua potable en colonias como San Rafael Chamapa, Lomas de San Agustín y Minas Palacio, además de deficiencias en recolección de basura y alumbrado en zonas periféricas.
Líderes sociales coinciden en que la administración municipal “parece apostar más a lo visible que a lo urgente: luces encendidas en monumentos, pero hogares apagados por carencias básicas”. Por lo anterior, distintos sectores cuestionar la transformación prometida o solo una estrategia “para iluminar la imagen del alcalde Isaac Montoya en tiempos de desgaste político”.
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