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El hecho, registrado en video, desató la indignación vecinal y reavivó el clamor por mayor seguridad ante la creciente ola delictiva que azota a esta región del estado
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
El puente de Acolman se convirtió nuevamente en escenario de la violencia que azota al norte del Estado de México, esta misma semana Diario Basta le reportó la escalada delictiva en las carreteras que comunican con este municipio que ya afecta la visita de turistas y a su tradicional venta de queso.
El viernes se hizo púbico en redes sociales el video de una familia que fue sorprendida por un grupo de sujetos armados que, con lujo de violencia, los obligaron a descender de su camioneta para llevársela frente a la mirada impotente de otros automovilistas.
El atraco exhibe la manera en que los delincuentes actuaron con total impunidad: cubiertos del rostro, apuntando con armas de fuego y sin preocuparse por la ausencia de patrullas en la zona.
@intlax Una familia fue despojada con violencia de su vehículo en el puente de Acolman. Una cámara de seguridad captó el momento en que sujetos armados interceptaron el auto, obligando a los tripulantes a descender bajo amenazas. En cuestión de segundos, los delincuentes escaparon con la unidad, dejando a las víctimas en medio del temor e impotencia. Este hecho ha encendido la preocupación de automovilistas y vecinos, quienes demandan mayor seguridad en la zona.
Los afectados relataron que apenas tuvieron tiempo de reaccionar cuando los sujetos cerraron el paso y descendieron de otro vehículo. En segundos, la familia quedó acorralada, obligada a entregar sus pertenencias y su unidad.
La víctima principal expresó que el miedo a ser agredidos los llevó a no resistirse, pues lo prioritario fue preservar la vida de sus hijos que viajaban en la parte trasera.
Esta carretera que conecta Acolman con Cuanalán, además de ser ruta de paso hacia el turismo local, se ha convertido en un punto crítico por la operación de grupos delictivos.
Comerciantes de la región han denunciado que la inseguridad afecta directamente la llegada de visitantes y compradores, lo que repercute en sectores tradicionales como la venta de quesos, pan artesanal y productos del campo. “El miedo se siente en cada viaje”, confió un productor que prefiere no dar su nombre.
De acuerdo con cifras extraoficiales, en las últimas semanas se han reportado diversos asaltos con características similares: hombres armados que actúan en cuestión de minutos, despojando a conductores de vehículos y mercancías sin que se registren detenciones inmediatas.
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