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Eso parecería desde la distancia el barco en el que van seis mexicanos, y que pertenece a una flotilla que intenta romper el cerco que mantiene a Gaza sin el acceso humanitario a alimentos y medicinas, y que pretende acabar con la población esta vez, por hambre. El llamado #GlobalSmudFlotilla es el esfuerzo de activistas de 44 países con el que se pretende llamar la atención a los mandatarios del mundo e invitarlos a condenar globalmente el genocidio que está ocurriendo sobre una población civil inocente.
Buscando información de fechas exactas en la página de la ONU me encuentro con esto: “el 7 de octubre, Hamás lanzó miles de cohetes contra Israel, desde varios puntos de Gaza, según se informó. Hamás llevó a cabo una incursión terrestre a gran escala en Israel, capturando a decenas de rehenes y matando a más de 1000 israelíes”.
Un informe sin detallar el año, mencionando “miles” de misiles (¿miles?, ¿cuántos?). Los rehenes fueron 251 y hasta donde se tienen noticies firmes, más de 2/3 partes ya han sido entregados. Tan detestable el ataque y toma de rehenes, como la respuesta Israelí y el reporte de la ONU.
Un grupo clasificado como terrorista por cuya acción ha debido pagar todo un pueblo las consecuencias, y ahora que se nos permite hablar al respecto (recordemos que hubo sanción mundial para no mencionar el asunto), habría que reflexionar si la verdadera intención israelí, no fue la que vienen efectuando desde 1949; ocupar toda la franja y más aún, si acaso no fue un auto ataque.
El apoyo de Estados Unidos y el ofrecimiento de hacer de la región un moderno “resort”, requiere, necesariamente “limpiar” la zona; ¡qué frío suena el conteo de fallecidos! hasta junio era de más de 100,000 civiles, como usted y como yo.
El barco que lleva a seis mexicanos navega junto con los de otros países, pero Israel ya ha declarado que habrá severas consecuencias y que las personas que sean detenidas serán considerados terroristas, serán recluidos en prisiones especiales para ello y que incautará todas las embarcaciones.
El silencio de México ha sido la terrible respuesta a nuestros conciudadanos que ahora están, como la canción de Serrat: “sin nombre, sin patrón y sin bandera. Navegando sin timón, donde la corriente quiera”
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez