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Cinco municipios mexiquenses: Chalco, Naucalpan, Tlalnepantla, Nezahualcóyotl y Coacalco concentran cientos de tiraderos clandestinos que amenazan la salud
Por Juan R. Hernández
GRUPO CANTÓN
El Estado de México enfrenta una de sus crisis ambientales más severas en municipios densamente poblados como Chalco, Naucalpan, Tlalnepantla, Nezahualcóyotl y Coacalco, donde la acumulación de residuos y la proliferación de tiraderos clandestinos, amenazan directamente la salud pública y los ecosistemas urbanos. De acuerdo con el Programa Basureros 2025, en la entidad existen hasta 375 tiraderos a cielo abierto, de los cuales una parte significativa se concentra en estas demarcaciones.
En Naucalpan, se han clausurado más de 30 tiraderos en Tepatlaxco, La Nopalera y San Rafael Chamapa, donde incluso se afectó la presa Los Cuartos. Se estima que este municipio concentra al menos 100 sitios de cascajo ilegales, algunos controlados por grupos armados, lo que complica su cierre.
Tlalnepantla enfrenta un problema similar en barrancas y zonas industriales, donde los lixiviados han comenzado a contaminar cuerpos de agua.
En el oriente, la situación no es mejor. En Chalco, tiraderos improvisados en comunidades como Santa Catarina Ayotzingo representan un riesgo permanente para más de 350 mil habitantes, mientras que en Nezahualcóyotl la acumulación de basura en el bordo poniente sigue siendo una amenaza pese a programas de reciclaje.
En Coacalco, la falta de rellenos sanitarios adecuados ha llevado a que miles de toneladas terminen en barrancas y predios baldíos, con consecuencias como enfermedades gastrointestinales y respiratorias entre la población infantil y adulta.
La magnitud del problema es proporcional a la densidad poblacional: en conjunto, estos cinco municipios superan los dos millones de habitantes que diariamente conviven con la contaminación del suelo, el aire y el agua. Además de malos olores y fauna nociva, los incendios en tiraderos liberan sustancias tóxicas que afectan la calidad del aire.
Aunque el gobierno estatal ha implementado programas de compostaje, clausura de sitios ilegales y convenios “Basura Cero” con 60 municipios, la falta de infraestructura suficiente mantiene la crisis latente. Especialistas advierten que, sin una política integral de reciclaje y educación ambiental, la problemática podría derivar en emergencias sanitarias recurrentes.
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