Visitas
• Ante los reporteros amarra navajas, la presidenta apaga el fuego político
• Quiere la oposición desprestigiar al nuevo PJ que fue electo por el pueblo
• De Sonora a Puebla, todos quieren colarse a la conferencia de prensa
Juan R. Hernández
Grupo Cantón
Ciudad de México.- Son las 5:30 de la mañana y ya hay fila afuera de Palacio Nacional. No de turistas ni de devotos madrugadores, sino de cuatro personas que dicen representar a más de 150 maestros del Conalep. La cuenta no cuadra, pero el entusiasmo sobra. Frente a ellos, más funcionarios de Atención Ciudadana, Seguridad Pública y demás dependencias que manifestantes. Y mientras unos suplican acceso, otros reporteros hacen sus “en vivos” con la esperanza de cazar al pez gordo: Marco Rubio, el secretario de Estado que hoy se reúne con Claudia Sheinbaum.
A la puerta, la creatividad abunda: un colectivo de Puebla asegura ser “medios de comunicación” para colarse; un hombre en silla de ruedas muestra una credencial y jura ser periodista de Sonora; pero nada. Presidencia es estricta: sin acreditación, no pasan. La visita de Rubio es demasiado vistosa para abrir la puerta a improvisados. Afuera, policías, patrullas y vallas en constante movimiento. No llueve, pero el ambiente se siente eléctrico, como ensayo de las Fiestas Patrias.
@aztecanoticias México y EU refuerzan seguridad 🤝 El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se reunió con la presidenta Claudia Sheinbaum. El objetivo del encuentro fue firmar un “acuerdo de entendimiento en materia de seguridad” en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Durante el mensaje, el canciller Juan Ramón de la Fuente detalló que el acuerdo busca reforzar la cooperación entre ambos países en temas de seguridad. @Lucy Bravo nos cuenta los detalles en HechosMeridiano. #México #EstadosUnidos #Seguridad #noticiastiktok
Adentro, la batalla es otra. Reporteros gritan sus mejores cartas: “¡Del tema!”, “¡Glifosato!”, “¡Gasolineros!”, “¡Marco Rubio!”. El Grupo Cantón se lleva la primera tanda: Café del Bienestar, desmentido de la supuesta cena fifí de ministros en el Aud Pied de Cochon y, por supuesto, la agenda con el Secretario de Estado estadounidense. No faltan colegas que intentan “amarrar navajas”, esperando que la presidenta prenda la mecha antes de la reunión. Pero Sheinbaum responde con calma: la cita con Rubio será cordial, productiva y con respeto a las soberanías.
¿Que Trump dijo que los cárteles mandan en México? “No voy a entrar en debate”, responde la presidenta, agradeciendo eso sí la “buena mención” hacia su persona. Aprovecha para hablar de migración, comercio y hasta del gusano barrenador, porque la agenda bilateral no solo es seguridad: también son aranceles, vacas y plagas.
Y mientras afuera se espera la foto con el funcionario norteamericano, adentro Sheinbaum saca escudo y espada por la nueva Suprema Corte. Niega que los ministros electos por voto popular hayan festejado en un restaurante de lujo y exige disculpas al medio que publicó la nota. “Son mentiras”, repite, respaldando a Hugo Aguilar Ortiz, presidente de la renovada Corte que promete austeridad y justicia cercana al pueblo.
La oposición sabe dónde duele: las pensiones millonarias, los seguros privados y los privilegios de antaño. Fabricar la historia del banquete no es casualidad, es estrategia. El nuevo Poder Judicial aún no cumple ni un mes y ya lo quieren pintar como club de élite.
En fin, hoy los reflectores se reparten: afuera, los colados buscan cámara; adentro, la presidenta se mide con los medios y prepara el terreno para Rubio. Y en medio, la nueva Corte, que sin cena ni brindis, ya se convirtió en el plato fuerte.
Te puede interesar
Rechaza Morena eliminar plurinominales en la nueva propuesta Reforma Electoral