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Hombres en motocicleta dispararon contra un vehículo en la colonia Las Maravillas; víctimas permanecen graves, vecinos cuestionan la falta de resultados en seguridad
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
El municipio de Nezahualcóyotl volvió a ser escenario de un ataque armado que mantiene en vilo a sus habitantes, luego de que dos hombres resultaron gravemente heridos luego de que sujetos a bordo de una motocicleta abrieran fuego contra el automóvil en el que viajaban, un Seat rojo que quedó atravesado en plena calle de la colonia Las Maravillas.
De acuerdo con reportes preliminares, los agresores se emparejaron con el vehículo y accionaron sus armas al menos en diez ocasiones.
El costado del conductor recibió nueve impactos, lo que obligó a una rápida intervención de los cuerpos de emergencia. Paramédicos municipales lograron estabilizar a las víctimas y las trasladaron de urgencia al Hospital del Issste en Zaragoza, donde permanecen internadas bajo pronóstico reservado.
La escena fue asegurada por policías estatales y municipales, mientras peritos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, recolectaban casquillos como parte de las diligencias. Sin embargo, el hermetismo rodea la investigación y hasta el momento, no se reportan detenidos.
Para los vecinos, el ataque no solo representa un hecho de violencia aislado, sino un recordatorio de la fragilidad con la que viven a diario.
“Aquí ya no hay tranquilidad, todos los días escuchamos de balaceras o asaltos. La gente tiene miedo de salir en la noche, y la policía nunca aparece cuando ocurre algo”, expresó con indignación María Salinas, habitante de la zona.
Otros residentes consideran que la estrategia de seguridad simplemente no está funcionando. “Llegan después de los hechos, ponen cintas amarillas, toman fotos y se van. Nunca vemos que arresten a los responsables. Nos sentimos desprotegidos, como si las autoridades solo trabajaran para armar estadísticas”, criticó Roberto Mendoza, vecino y comerciante.
El temor se refleja también en la vida cotidiana: padres de familia evitan que sus hijos caminen solos, los negocios cierran más temprano y la circulación de motociclistas despierta sospechas entre los colonos, quienes temen nuevos ataques.
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