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En Toluca un accidente entre un camión de la línea Adolfo López Mateos y un vehículo municipal en Toluca dejó tres policías heridos, uno hospitalizado
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La crisis del transporte público en Toluca volvió a quedar al descubierto, tras el choque registrado en la avenida Lerdo, donde un autobús de la línea Adolfo López Mateos, impactó contra una patrulla municipal y dejó a tres elementos de seguridad lesionados, uno de ellos trasladado de urgencia a un hospital.
El percance, que paralizó la circulación en pleno centro de la capital mexiquense por más de una hora, refleja los riesgos que a diario enfrentan peatones y usuarios de camiones que circulan sin control efectivo por parte de las autoridades.
De acuerdo con testigos, el conductor del autobús habría rebasado el límite de velocidad, provocando el fuerte impacto contra la unidad oficial. Paramédicos de la Cruz Roja y del SUEM atendieron de inmediato a los uniformados, aunque la gravedad de las lesiones de una mujer policía obligó a su traslado hospitalario.

El hecho ocurre en paralelo al operativo “Pasajero Seguro”, con el que el ayuntamiento busca fiscalizar la operación de las unidades. Sin embargo, las cifras son alarmantes: en pocos días se han sancionado ocho vehículos por irregularidades y se detectó a un chofer manejando en estado de ebriedad.
Estos datos confirman lo que vecinos han señalado desde hace años: la negligencia en la supervisión del transporte público pone en peligro a toda la población.
El conductor del autobús fue puesto a disposición de las autoridades ministeriales, mientras las grúas retiraban los vehículos para liberar la vialidad. La tensión se incrementa en medio de las amenazas de transportistas de bloquear accesos en Toluca y la Ciudad de México para exigir un incremento de 12 a 16 pesos en la tarifa, sin que exista una contraparte que garantice mejorar la seguridad, profesionalización y condiciones del servicio.
La combinación de accidentes, sanciones y protestas plantea un escenario crítico para la capital mexiquense, donde cada día miles de ciudadanos se ven obligados a utilizar un sistema de transporte caracterizado más por la imprudencia de sus conductores que por la calidad del servicio.
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