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El colectivo “Haz Valer Mi Libertad” paralizó el centro de la capital para denunciar la fabricación de culpables por parte de la Fiscalía General de Justicia del Estado
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
En Toluca el miércoles durante una hora, la calle Mariano Escobedo, en pleno corazón de la capital mexiquense, fue cerrada al paso vehicular por integrantes del colectivo “Haz Valer Mi Libertad”, quienes denunciaron con pancartas, megáfonos y la campaña “Susurros de Libertad” la fabricación de culpables en la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM).
Se trata de un grupo conformado en su mayoría por mujeres madres, esposas e hijas de personas presas que aseguran luchar contra una práctica sistemática: la construcción de culpables a través de testigos “amaestrados”, declaraciones prefabricadas y expedientes armados sin pruebas científicas ni peritajes reales.
La vocera, María Luisa Montoya García, subrayó la exigencia central: “Queremos un diálogo real con el fiscal José Luis Cervantes, no mesas que no avanzan. Hay decenas de personas encarceladas por delitos que no cometieron.

Reconocerlo es el primer paso para reparar el daño”. Aunque reconoció algunas liberaciones recientes, las calificó de “a cuentagotas”, insuficientes ante la magnitud de la crisis.
Los manifestantes denunciaron que la FGJEM opera bajo un patrón recurrente: fabricar un relato con testigos preparados para sostener acusaciones, lo que permite obtener prisión preventiva sin sustento y en muchos casos, condenas.
Esto no solo destruye familias enteras, señalaron, sino que también deja en libertad a verdaderos delincuentes, alimentando la impunidad y debilitando la confianza ciudadana en las instituciones.
Las familias piden algo más que liberar a los inocentes: buscan una reforma estructural de la procuración de justicia, que acabe con la corrupción en los ministerios públicos y garantice que la investigación criminal se base en ciencia, evidencias y trabajo de campo, no en guiones dictados desde un escritorio.
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