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Se confirmó el arresto de los presuntos integrantes de una célula criminal ligada al narcomenudeo, acusados de participar en el homicidio de una menor de edad
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
El brutal asesinato de Dulce, una niña de 12 años en Chalco, no quedó impune. Tras intensas investigaciones, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), con apoyo de la Secretaría de Seguridad estatal y la Secretaría de Seguridad federal, logró la detención de diez presuntos responsables, todos ligados a un grupo criminal originario de Michoacán dedicado al narcomenudeo y a delitos de alto impacto.
Los hechos ocurrieron el 11 de agosto en San Pablo Atlazalpan, cuando hombres armados irrumpieron en un domicilio buscando a un familiar de la menor, presuntamente vinculado a la venta independiente de drogas.

Al no hallarlo, los agresores dispararon contra Dulce, provocándole la muerte inmediata. Aunque en un inicio circularon versiones sobre una supuesta deuda familiar, la Fiscalía aclaró que no existen pruebas que sustenten esa hipótesis.
Las pesquisas permitieron identificar a once sujetos involucrados, quienes utilizaron dos autos y una motocicleta para ejecutar el ataque y fungir como “muro”. Entre los detenidos destaca César Jair “N”, alias El Güero, señalado como líder de la célula y coautor material. Junto a él fueron capturados Francisco “N” (El Bocho), Marco Antonio “N” (El Búho), Juan Carlos “N” (El Chipotles), Maximiliano “N” (El Max), Arturo “N” (El Ojos de Aguacate), Felipe “N” (El Flaco), José de Jesús “N” (El Chucho), Xóchitl “N” (La Xoch) y Nancy Elizabeth “N” (La Güera).

Todos fueron ingresados al penal de Chalco y vinculados a proceso con prisión preventiva, mientras avanza un plazo de tres meses para el cierre de la investigación complementaria.
El caso ha sacudido a la comunidad, que denuncia vivir bajo el asedio de bandas ligadas al narco.
Vecinos exigieron mayor presencia de seguridad y acusaron al gobierno de no actuar antes, pese a que en días previos la familia había recibido amenazas. “Solo cuando pasa una tragedia se mueven, pero aquí llevamos años pidiendo vigilancia”, lamentó una residente de Atlazalpan.
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