Visitas
El alcalde de la demarcación recompensó a políticos con historial penal lamentable: alianzas con Olvera, Durán, Sánchez y Oyoque, revelan el presunto pago de favores
Redacción
Grupo Cantón
Naucalpan, uno de los municipios más prósperos del Estado de México, se ha convertido en un verdadero laboratorio de corrupción, reciclaje político y pactos con el crimen organizado. Escándalos recientes, involucran tanto a la actual administración como a gobiernos anteriores, en un entramado de favores y complicidades que parecen haberse institucionalizado.
En el centro de las acusaciones se encuentra el alcalde Isaac Montoya Márquez, señalado por tejer alianzas con exfuncionarios panistas y priistas inhabilitados, a quienes habría recompensado con cargos tras su llegada al poder.
Montoya, cercano a la gobernadora Delfina Gómez, también enfrenta señalamientos por supuestos compromisos con La Unión Tepito, que habrían quedado expuestos en narcomantas. La actual tesorera, Claudia Oyoque, aparece igualmente implicada en esos pactos.
El caso más reciente que exhibió estas complicidades fue la detención de Dioscoro “N”, exjefe de escoltas durante el gobierno de Angélica Moya Marín, acusado de robar más de dos millones de pesos de cajas de recaudación del predial. En sus declaraciones vinculó al excomisario Martín Riestra y a la propia Moya, revelando que el desfalco fue planeado desde dentro del gobierno municipal.
A la sombra de Montoya orbitan figuras con largo historial de escándalos: Édgar Olvera Higuera, investigado por contratos irregulares por más de 200 millones; José Luis Durán Reveles, denunciado por la compra fraudulenta de maquinaria; David Sánchez Guevara, exalcalde priista encarcelado por peculado; Patricia Durán Reveles, acusada de dejar una deuda de 3 mil 500 millones; Leopoldo Corona, inhabilitado por desvío de 130 millones; y Claudia Oyoque, vinculada directamente a grupos criminales.
Este mapa de complicidades revela cómo el municipio ha transitado del panismo al priismo y después al morenismo, sin romper con viejas prácticas. Por el contrario, los pactos se reciclan, los cargos se reparten y los escándalos se multiplican. Incluso campañas de desinformación, como la operada en la página “Soy Naucalpan”, han sido vinculadas a desvío de recursos públicos.
La Fiscalía mexiquense mantiene investigaciones abiertas, aunque hasta ahora pocas han derivado en sanciones efectivas. Mientras tanto, la ciudadanía naucalpense exige un alto a la impunidad y a las redes de corrupción que mantienen secuestrado el aparato municipal.
Te puede interesar
Vecinos linchan a presunto asaltante en Chimalhuacán ante ausencia policial
