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Ocasionan obstrucción de drenajes, fauna nociva (ratas, mosquitos, cucarachas), lixiviados tóxicos que contaminan suelo y agua
POR JUAN R. HERNÁNDEZ
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México.- La capital del país enfrenta una crisis silenciosa: la proliferación de tiraderos clandestinos en varias alcaldías. Según el Inventario de Residuos Sólidos de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), en 2023 se registraron 889 sitios irregulares de depósito de basura. Cuatro alcaldías en conjunto concentran el mayor número con 504: Cuauhtémoc, Iztapalapa, Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo.
Cuauhtémoc encabeza la lista con 205 tiraderos clandestinos, el 22.6% del total. La acumulación de residuos en calles, lotes baldíos y espacios públicos genera focos de infección y deterioro urbano.
En Iztapalapa, la demarcación más poblada, se contabilizan 128 sitios irregulares. Aunque se han invertido más de 31 millones de pesos en atender el problema, la falta de cultura ambiental y el volumen de residuos siguen alimentando la crisis.
Miguel Hidalgo con 92, se han detectado tiraderos clandestinos en zonas como Tacuba, Pensil, Popotla y Anáhuac. Vecinos denuncian acumulación de basura, escombros y residuos de construcción en predios abandonados y bajo puentes.
Álvaro Obregón reporta 79 tiraderos, muchos en barrancas y zonas de difícil acceso. La contaminación en cuerpos de agua, como la Presa San Francisco, es consecuencia directa de estos depósitos.
En el caso de Xochimilco, con solo 3 sitios identificados, enfrenta un impacto desproporcionado por su ecosistema lacustre, donde la presencia de residuos agrava el deterioro ambiental.
Los efectos van más allá del aspecto visual: obstrucción de drenajes, fauna nociva (ratas, mosquitos, cucarachas), lixiviados tóxicos que contaminan suelo y agua, y enfermedades como cólera, salmonelosis o dengue. Además, los malos olores y el deterioro urbano afectan la calidad de vida y el valor de los inmuebles.
La recolección diaria en estos puntos representa un gasto permanente para las alcaldías. Se estima que 786 toneladas de basura se retiran diariamente de estos tiraderos en la capital.
Aunque la Ley de Justicia Cívica contempla sanciones que van desde multas de hasta 4 mil 525 pesos, trabajo comunitario o arresto administrativo, la práctica persiste por la falta de vigilancia, educación ambiental y alternativas accesibles para el manejo adecuado de residuos.
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