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Por Salvador Guerrero Chiprés
Política y tecnología no pueden mirarse como mundos paralelos. O se encuentran en un mismo plano o se abrirá una brecha entre necesidades ciudadanas y capacidad institucional para atenderlas.
La visita cívica de diputados federales de Morena por la Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Veracruz y Zacatecas a las instalaciones del C5 es un ejercicio que ayuda a reconfigurar la forma como se construyen leyes y se ejecuta la política pública en seguridad.
Este acercamiento entre legisladores y la infraestructura tecnológica de seguridad más avanzada del continente revela convergencia entre disposición operativa y voluntad política.
Ejemplos prácticos hay varios. En el caso de la extorsión, las líneas de denuncia anónima 089 y Antiextorsión 55 5036 3301 contribuyen a la rapidez de la respuesta y la coordinación entre áreas, favorecidas con un marco normativo que garantice el castigo a los delincuentes.
Encuentros legislativos con el C5, como el promovido por la diputada Gabriela Jiménez, vicecoordinadora de Vinculación Parlamentaria de la bancada de Morena, adquieren un significado mayor en la confluencia ideológica, política y programática de la Presidenta Claudia Sheinbaum y la Jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada.
Ambas mandatarias favorecen una noción de la seguridad como componente integral del bienestar social. La apuesta por combinar prevención, tecnología y cercanía con las y los ciudadanos es una estrategia con resultados medibles en la capital nacional: 61 por ciento menos de delitos de alto impacto entre 2019 y 2025, así como un 87 por ciento de fracaso en los intentos de extorsión.
La presencia en el C5 de diputados de entidades tan distintas muestras visión compartida: no hay territorios aislados porque la criminalidad no reconoce fronteras estatales.