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Pedro Rodríguez mantiene un sitio digital que carece de datos sobre contratos, licitaciones y actas de cabildo mostrando indiferencia a informar a los vecinos.
POR MARIO LÓPEZ
GRUPO CANTÓN
La Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública obliga a los municipios a publicar en sus portales información clara, actualizada y accesible sobre su administración; sin embargo, el gobierno de Atizapán de Zaragoza, encabezada por el edil Pedro David Rodríguez Villegas, simplemente la incumple.
Entre las 48 fracciones que deben cumplirse destacan la estructura orgánica, presupuesto ejercido, contratos, licitaciones, actas de cabildo, declaraciones patrimoniales y padrones de beneficiarios. Además, deben garantizar accesibilidad mediante buscadores funcionales, formatos reutilizables y opciones para personas con discapacidad o hablantes de lenguas indígenas.
En Atizapán de Zaragoza, con una población de más de 523 mil habitantes, el portal oficial exhibe vacíos significativos. No presenta información completa sobre contratos ni licitaciones, carece de datos sobre remuneraciones y convenios, y los informes anuales del cabildo no están disponibles.
Tampoco hay evidencia de que opere una Unidad Técnica de Transparencia con personal especializado, ni de que se hayan realizado verificaciones por el Instituto de Transparencia del Estado de México (INFOEM). Además, el sitio no cumple con criterios de accesibilidad ni ofrece formatos abiertos.
La ley establece que el incumplimiento puede ser sancionado por el órgano garante estatal, pero en la práctica estas revisiones son irregulares. Así, el municipio no solo incumple obligaciones legales, sino que limita el derecho ciudadano a fiscalizar el uso de recursos públicos.
En un contexto donde la transparencia es clave para combatir la corrupción y fortalecer la confianza institucional, Atizapán mantiene un portal más cercano a la opacidad que a la rendición de cuentas.
Para los vecinos, la situación no solo es preocupante, sino indignante. “No sabemos en qué se gasta el dinero del pueblo, y cuando preguntas, nadie da respuestas. ¿Entonces para qué votamos?”, reclama doña Teresa Valdez.
Miguel Ríos, joven universitario y activista digital, opina que la opacidad es una forma de corrupción silenciosa: “No tener información es el primer paso para hacer mal uso de los recursos. Si no hay vigilancia ciudadana, todo queda en la impunidad.”
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