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Una mujer fue atacada por dos sujetos en motocicleta mientras se dirigía a su trabajo, el asalto, ocurrido en la colonia Mirador, reavivó la indignación vecinal.
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La inseguridad en las calles de Chimalhuacán sigue desbordada. La mañana del este lunes, una mujer fue víctima de un violento asalto en la colonia Mirador, donde dos hombres a bordo de una motocicleta la interceptaron, golpearon y despojaron de sus pertenencias cuando se dirigía a su trabajo, en plena luz del día.
El ataque ocurrió sobre la calle Manuel Ávila Camacho, cerca del cruce con Mirador, y fue presenciado por varios vecinos que, aunque salieron a auxiliar a la víctima, no lograron detener a los agresores.
“Solo se escuchó el grito. Fue tan rápido que no pudimos reaccionar. Ya cuando salimos, la mujer estaba tirada”, relató don Ramiro, vecino del lugar. La víctima fue atendida por paramédicos tras presentar lesiones en el rostro, y aunque se encuentra fuera de peligro, el impacto del hecho volvió a encender las alarmas.
Los habitantes de las colonias Mirador, Arturo Montiel y Tepenepantla aseguran que estos robos ya son cosa de todos los días, y que siempre es el mismo patrón: motocicletas sin placas, dos sujetos con casco y armas blancas o de fuego, que atacan principalmente a mujeres y jóvenes en trayectos escolares o laborales.
“Ya no puedes salir ni a la tienda sin miedo. La calle está a oscuras y no hay ni una patrulla”, reclamó Martha López, madre de familia y habitante de la zona. A través de redes sociales y chats vecinales, los colonos comenzaron a circular fotografías, alertas y descripciones de los atacantes, además de exigir acciones concretas por parte de las autoridades municipales.
Lo que más enoja a la comunidad es la indiferencia de la Dirección de Seguridad Pública de Chimalhuacán, que hasta el cierre de esta edición no ha emitido postura sobre el caso ni ha dado seguimiento a los múltiples reportes de este tipo. “Ya no queremos que vengan a tomarse la foto. Que patrullen, que detengan, que prevengan. ¡Queremos vivir en paz!”, exigió una vecina visiblemente molesta.
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