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Avanza tren tras paro, pero los daños siguen

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Después de cuatro meses de suspensión, las labores al AIFA se reanudaron tras compromisos oficiales para reparar 145 viviendas dañadas por el proyecto.

REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN

La maquinaria volvió a moverse en Tultepec, pero esta vez bajo estricta vigilancia vecinal. Tras una suspensión de cuatro meses, el proyecto del Tren Suburbano que conectará al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles retomó actividades en la zona, aunque lo hizo bajo una nube de incertidumbre y presión social.

Los habitantes de al menos cinco colonias accedieron a liberar el paso de las obras, pero dejaron claro que esta vez no bastan las palabras.

La protesta, que frenó uno de los tramos clave del tren, se levantó únicamente tras obtener compromisos firmados por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y la Sedena para reparar las 145 viviendas dañadas por las obras.


Algunas de estas casas tienen fracturas estructurales graves, según el dictamen oficial de Conavi. “Ya no es miedo, es hartazgo. Aquí no vivimos, aquí resistimos”, denunció Carmen Rodríguez, vecina de Lázaro Cárdenas, con documentos en mano.

Según el nuevo acuerdo, las reparaciones deberán arrancar este mismo mes de agosto, mientras continúan los trabajos del viaducto elevado y la estación Teyahualco.

Sin embargo, la desconfianza es el sentimiento predominante. “Llevamos un año escuchando fechas, promesas y reuniones. Ahora queremos acciones, no discursos”, señaló Julio Méndez, del comité ciudadano.

Las secuelas del proyecto son visibles: calles abiertas sin concluir, drenajes colapsados y banquetas destruidas. Más allá del daño físico, lo que más lastima a las familias es el olvido institucional.
Los vecinos ya no están dispuestos a esperar de brazos cruzados. Han organizado brigadas de monitoreo y exigen que cada etapa del calendario se cumpla con puntualidad.

De no cumplirse el plazo acordado, anticipan movilizaciones aún más contundentes. El tren puede estar de vuelta, pero circula sobre una vía frágil: la de la paciencia vecinal.

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