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Por Salvador Guerrero Chiprés
Mediante el sistema Telemedicina
Cuando una persona sufre un paro cardíaco, convulsión o una crisis hipertensiva, el tiempo es la línea entre la vida y la muerte. Por eso, contar con un sistema capaz de reaccionar con precisión, rapidez y criterio médico es una ventaja.
En ese sentido, el modelo de Telemedicina de la Ciudad de México marca un antes y un después en la forma de responder ante situaciones críticas.
El Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano no solo se ha consolidado como el ecosistema de videovigilancia más robusto del país, ahora también es el primer Centro de Emergencias certificado en México por la Secretaría de Salud federal.
Con un promedio de 3 mil 200 llamadas a la semana, Telemedicina ha posibili-tado que el 21 por ciento de los casos no requieran envío de una ambulancia. Esto representa un avance en la atención prehospitalaria al clasificar con mayor precisión el tipo de emergencias y diagnosticar a través de una videollamada.
Al comienzo de la pandemia por Covid, como mandataria local, la ahora Presidenta Claudia Sheinbaum habilitó el C5 como centro de Telemedicina para pacientes con síntomas y para reducir la sobrecarga de trabajo de las ambulancias.
Como Jefa de Gobierno, Clara Brugada ha incentivado estrategias de contacto temprano ante las emergencias. El modelo es ahora referente nacional.
La emergencia médica es un espacio donde se refleja desigualdad. No todas las personas llegan con la misma velocidad a una sala de urgencias, ni todos los servicios tienen la misma capacidad de respuesta. Un modelo como el del C5 reduce esa brecha al brindar atención inmediata sin importar distancia o dispo-nibilidad de una unidad móvil. Al evitar traslados innecesarios, mejora la oportu-nidad de atención para los casos verdaderamente urgentes.
Esta estrategia no sustituye al sistema hospitalario, pero sí lo fortalece, al poner las emergencias en línea.