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Las alcaldías más afectadas son Cuauhtémoc, Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco, aunque también se reportan casos en Miguel Hidalgo y Benito Juárez.
POR JUAN R. HERNÁNDEZ
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México.- En la capital del país, la extorsión se ha convertido en una amenaza cotidiana para miles de micro y pequeños negocios. De acuerdo con datos de cámaras empresariales como Canaco y Coparmex, en los últimos tres meses 140 mil personas han perdido su empleo, debido al cierre de negocios que no pueden seguir pagando “derecho de piso”. Estos establecimientos —que generan 7 de cada 10 empleos en la capital— han entregado cerca de 85 millones de pesos al crimen organizado solo en el primer trimestre del año.
El diputado panista Andrés Sánchez Miranda advirtió que las cuotas que los delincuentes imponen oscilan entre 200 y 2,000 pesos semanales, afectando sobre todo a peluquerías, talleres, lavanderías, restaurantes y bares.
“La extorsión ya no es un problema aislado del norte del país; hoy es un hecho en la capital. Muchos negocios optan por cerrar de manera temporal o definitiva porque no pueden seguir pagando”, dijo en entrevista con Diario BASTA!.
Según cifras recabadas por las cámaras empresariales y respaldadas por datos del INEGI, 7 de cada 10 negocios enfrentan riesgo de cerrar, y 8 de cada 10 ya han bajado la cortina temporalmente para evitar represalias.
Las alcaldías más afectadas son Cuauhtémoc, Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco, aunque también se reportan casos en Miguel Hidalgo y Benito Juárez. “El oriente de la ciudad es la zona más vulnerable por su cercanía con el Estado de México, donde los grupos criminales llevan más tiempo operando y tienen estructuras más consolidadas”, apuntó Sánchez Miranda.
El legislador criticó la falta de acción de las autoridades capitalinas: “La inseguridad sigue siendo la principal preocupación en todas las encuestas, pero el gobierno parece confiar en que los programas sociales resolverán la crisis económica, mientras deja solos a quienes generan empleo”.
Sánchez Miranda subrayó que el problema se agrava por la impunidad y la colusión de autoridades con grupos criminales. “Quien extorsiona regresa cada semana; y si denuncias, puede haber represalias porque muchas veces están coludidos. La economía se está asfixiando y la extorsión ya es parte del día a día de miles de comerciantes”, concluyó.
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