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Por Jorge Gómez Naredo
@jgnaredo
Alessandra Rojo de la Vega, alcaldesa de la Cuauhtémoc, retiró hace unos días las esculturas de Fidel Castro y Ernesto “El Che” Guevara que estaban en una plaza pública de la colonia Tabacalera. Estas esculturas fueron colocadas en esa zona porque fue precisamente allí donde ambos personajes se conocieron y planearon la Revolución Cubana, una gesta histórica que sin duda marcó a toda América Latina.
La alcaldesa convirtió el retiro de las esculturas en un escándalo mediático: publicó un video en sus redes sociales donde, con falsedades, afirmó que quitaba las esculturas porque, cuando fueron instaladas, no cumplieron los requisitos legales requeridos. Además, acompañó ese video con el mensaje: “Ni el Che ni Fidel pidieron autorización para instalarse en Cuba… y tampoco en la Tabacalera. Pero aquí sí se cumple la ley. Cuauhtémoc Libre”.
Por supuesto, el retiro de las esculturas fue una provocación, ya que la alcaldesa las quitó bajo una justificación absurda. Sabía que esto causaría un escándalo mediático, pues Fidel y el Che son personajes muy simbólicos para la izquierda en todo el mundo y sus esculturas recuerdan un hecho histórico que comenzó en nuestro país: la revolución cubana.
La reacción, por supuesto, fue la esperada: miles de personas criticaron la medida de Alessandra Rojo de la Vega. Esto le permitió a ella posicionarse como un liderazgo de ultraderecha que no teme enfrentarse a las críticas de la izquierda.
Rojo de la Vega aspira a ser la candidata del PRIAN a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en 2030, y ya inició su campaña. Retirar dos esculturas no tiene impacto en el bienestar de los habitantes de la Cuauhtémoc. Su intención fue política: posicionarse en el espectro político como una opción anti-Morena.
Quizás logró su objetivo, pero está claro que los habitantes de la Ciudad de México son progresistas. Este tipo de acciones, aunque generan ruido mediático, terminarán afectando a la misma Alessandra: la ultraderecha en México no tiene arraigo popular, aunque en redes sociales genere escándalos mediáticos.