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Estados Unidos no tiene amigos, y esto deberían tenerlo claro los grupos que ven en la ultraderecha la esperanza de recuperar el poder halagando el oído de Donald Trump y del recién llegado embajador, ex boina verde, Ronald Johnson; deberían verlo muy claramente los apátridas con lo que sucede en la Argentina de Milei y su partido “La Libertad Avanza”. Milei ha literalmente entregado el país al gobierno norteamericano, el último chiste fue el de permitir la entrega (mediante juicio y arbitraje de Estados Unidos) del YPF, la petrolera estatal del país que muy probablemente tendrá un administrador nombrado por Trump con el 51% de la producción; en una locura entreguista, se ha sometido al pueblo a alzas, recortes de pensiones, servicios de salud y remate de industrias estratégicas y fue más allá, enrolando a su país en la guerra (genocidio) Israel-Gaza. Con todo, no logró que Trump tuviera favores hacia él, la guerra de aranceles también alcanzó al país, pero el libertario está contento de que el mandatario norteamericano lo cuente entre sus “amigos” aunque al final, como hemos visto en otros casos, será desechado cuando ya no le sea útil.
En México, las diversas derechas se agrupan en torno al flamante embajador y no han escatimado en viajar a los Estados Unidos buscando favores y apoyo, los medios públicos que manejan (concesionados por el estado), son usados para golpetear una y otra vez a una nación que apenas comienza a recuperarse de la oscura noche neoliberal de saqueo y entreguismo; los pocos, pero ruidosos neolibertarios mexicanos reniegan de su patria y no dudarían en entregar, de nuevo, nuestros recursos y soberanía, sin pensar que serían ellos los primeros en caer. El garrote de los aranceles y sobre todo del narcotráfico, (financiado y fomentado desde Estados Unidos) y la cacería a migrantes son las herramientas para intentar desestabilizar e invadir literal o fácticamente a nuestro país, mientras los apátridas aplauden y azuzan el fuego desde sus respectivas trincheras mediáticas y será la unión entre los ciudadanos lo que logrará sostener nuestra soberanía y la presidenta que, dicho sea de paso, es la que más grados académicos tiene en el mundo, en tanto que, al país vecino, lo gobierna un convicto. Hay niveles.
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez