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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
El tramo norte de la calle Revolución, en San Cristóbal Huichochitlán, parece una trampa esperando activarse. A simple vista, el asfalto muestra grietas profundas, oquedades visibles y un hundimiento progresivo provocado por el constante deslizamiento del río Verdiguel, que corre justo a un costado de esta transitada vía.
A pesar del evidente deterioro, el paso vehicular continúa libre, con apenas unos cuantos conos naranjas y llantas viejas como señal de advertencia.

La situación, aseguran los vecinos, es crítica. “Esto está a nada de colapsar. Ya lo hemos denunciado durante más de dos años y las autoridades lo único que hicieron fue venir a tirar unas llantas, tomarse la foto y desaparecer”, reclama don Ernesto, habitante de la zona.
La indignación crece en la comunidad ante la falta de acciones concretas por parte del ayuntamiento, pese al riesgo de una tragedia.

Los residentes coinciden en que, con la temporada de lluvias, el colapso del terreno es inminente. “Con cada aguacero el río arrastra más tierra, basura y hasta cascajo. El talud se sigue erosionando, y nadie parece darse cuenta del peligro real”, expresó angustiada la señora Margarita, quien vive a escasos metros del socavón.
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