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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
Comuneros de los municipios de Coatepec Harinas, Ixtapan de la Sal y Villa Guerrero se alzaron con fuerza ante el avance imparable de la tala clandestina que consume sus bosques. La urgencia de la situación llevó a más de mil habitantes a reunirse con autoridades estatales y federales para exigir medidas inmediatas que detengan el ecocidio.
El resultado fue la firma de un acuerdo para suspender toda actividad forestal en la región, tanto legal como ilegal. Aun así, la desconfianza persiste.
“Nuestros árboles desaparecen día a día y nadie hace nada”, denunció un comunero de Coatepec Harinas durante el encuentro.
El reclamo no es nuevo, pero esta vez llegó con una exigencia más contundente: que se restituya la categoría de Parque Nacional al Nevado de Toluca, lo que implicaría un blindaje más severo contra la explotación forestal.
Pese a la firma del pacto entre representantes de PROBOSQUE, SEMARNAT y el gobierno estatal, encabezado por el subsecretario David Orihuela Nava, los pobladores no ocultan su escepticismo. “Ya nos han prometido antes y nunca cumplen. Esta vez, si no actúan, tomaremos las riendas”, advirtió Julia Hernández, vecina de Ixtapan de la Sal.
La situación es aún más tensa en Santa Cruz Ayotuxco, Huixquilucan, donde los residentes viven bajo la sombra de la violencia y la impunidad.
Aseguran que un líder comunal está detrás de la tala ilegal desde hace años, actuando con total impunidad. “Aquí ya no confiamos en nadie. Nos han dejado solos”, lamentó un habitante que prefirió no dar su nombre por miedo a represalias.
El enojo se extiende. Municipios como Texcaltitlán, Tenango del Valle y Calimaya han mostrado disposición a sumarse a las protestas si no se ven acciones concretas. La rabia colectiva ya no se contiene, y el reclamo se escucha claro:
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