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La FGJEM mantiene abierta la investigación los detenidos son señalados por homicidio calificado con agravantes, un delito que podría significar hasta 70 años
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
El municipio de Chimalhuacán vive días de consternación e indignación tras la detención de Alma “N” y Brayan “N”, madre y padrastro de Lety, una niña de apenas dos años que fue asesinada y enterrada dentro de su propia casa.
El crimen, revelado por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), ha sido calificado como uno de los más atroces registrados recientemente en la entidad.
El cuerpo de la menor fue localizado el pasado 3 de julio, luego de que los abuelos maternos acudieran al domicilio familiar en la colonia Santa Elena.
Al notar la ausencia de Lety y observar marcas de violencia en su hermana mayor, de cuatro años, decidieron llevarse a la niña, quien relató el horror: “Mi padrastro la mató con un machete y la enterraron en la casa”.
El hallazgo se dio tras la inspección del lugar. Debajo de un sillón, en un hueco cavado en el piso, fue encontrado el cadáver de Lety, con signos evidentes de violencia.
El traumatismo craneoencefálico fue confirmado como causa de muerte. Los presuntos responsables, que intentaron darse a la fuga, fueron capturados en Nezahualcóyotl, donde además habrían ofrecido dinero a los agentes para evitar su detención, lo que suma cargos por cohecho.
Vecinos de la colonia no han podido asimilar lo ocurrido. “No entiendo cómo una madre permite algo así. Aquí todos estamos destrozados”, expresó doña Margarita, habitante de la zona. Otros, como Juan Carlos, no ocultaron su furia: “Que les den cadena perpetua. A una criatura no se le toca. Esto no puede quedar así”.
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