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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
Con el rostro del pequeño Liam impreso en pancartas y el dolor a flor de piel, familiares marcharon por el centro de Toluca, la mañana de martes para exigir justicia.
El niño, de apenas un año y medio, fue sustraído por su madre el pasado 20 de mayo, y desde entonces no se tiene ninguna certeza sobre su paradero.
La familia acusa omisiones del Ministerio Público y del Centro de Justicia para las Mujeres, instituciones que aseguran no han mostrado voluntad para investigar a fondo el caso.
Félix Pérez, abuelo del menor, narró que la desaparición ocurrió tras una denuncia por violencia familiar que derivó en la detención del padre de Liam, sin que se le permitiera declarar ni defenderse.
A partir de ese momento, la madre tomó al menor y desapareció. “Nos arrebataron a mi nieto y nadie nos da una respuesta. El sistema nos falló. ¿Dónde está la justicia que tanto presumen?”, dijo entre lágrimas.
Para los vecinos que acompañaron la manifestación, el caso no solo causa consternación, sino indignación ante lo que consideran una muestra de desinterés oficial.

“Estamos viendo cómo una familia sufre y las autoridades ni siquiera dan la cara. Es inhumano”, expresó Carolina Gómez, habitante de la colonia La Magdalena.
La familia teme por la integridad de Liam, pues aseguran que no es la primera vez que la madre actúa de forma similar. “En otras ocasiones ya se había llevado a otro de mis nietos. Hoy tememos que Liam esté en riesgo, posiblemente en una comunidad cerca de Guerrero”, señaló Félix.
Tras 47 días sin respuestas, la esperanza se mezcla con la angustia. Los manifestantes exigen que las autoridades intervengan directamente antes de que el tiempo borre las huellas del pequeño Liam.
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