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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La cultura vial volvió a exhibirse en su peor forma, cuando un operativo de alcoholímetro realizado en distintos puntos de Toluca, resultó en la detención de 36 personas que conducían bajo los efectos del alcohol.
Las sanciones, que incluyen arrestos de hasta 36 horas y multas superiores a los 2 mil 600 pesos, provocaron el enojo de algunos automovilistas, aunque para muchos otros ciudadanos el verdadero problema es la falta de conciencia al volante.
Los puntos de revisión, instalados en avenidas de alto flujo como Jesús Carranza, Alfredo del Mazo e Industria Automotriz, permitieron revisar a 660 conductores, de los cuales 36 excedieron el límite legal permitido de alcohol en aire espirado. De ellos, 30 eran hombres y 6 mujeres.
Las autoridades remitieron además 30 vehículos al corralón, lo que implicó gastos adicionales para sus propietarios, incluyendo pago de grúa y pensión vehicular.
Aunque algunos automovilistas calificaron la medida como “injusta”, por la ausencia de opciones de transporte público seguro durante la noche, también hubo voces que señalaron que el problema de fondo es la normalización de manejar en estado inconveniente.
“La gente todavía cree que puede manejar después de dos o tres copas, como si fuera un juego. Luego vienen las tragedias”, lamentó Sofía Rojas, vecina de Toluca.
Luis Hernández, uno de los infractores, se quejó del monto de la sanción: “No es justo que cobren tanto si no hay forma segura de regresar a casa sin coche”. Pero otros ciudadanos no comparten esa visión.
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