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En 2018, Fran Dresher, la popular actriz de “La Niñera”, presidenta del sindicato más importante de Estados Unidos, SAG-AFTRA, encabezó una huelga de 180 días en las que se pedía legislación contra el uso de voz e imagen a través de la inteligencia artificial; la huelga generó importantes pérdidas para la industria y debió ser un campanazo de atención para las autoridades mexicanas, pero no fue así.
Desde principios de año, colectivos de doblaje, representantes de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), de la Sociedad General de Escritores de México, (SOGM) entre otros, han estado buscando la empatía de las autoridades para legislar y regular la intromisión de la IA que los ha desplazado en artículos, novelas, voces e imágenes sin que los afectados puedan hacer nada al respecto ya que no existe una legislación específica que los proteja; el ramo de doblaje es, quizá el de los más afectados y lo que antes fue cabeza de una industria lucrativa de la que dependen cientos de familias, poco a poco se está desplazando por voces digitales muy semejantes a las de los protagonistas humanos que están en franca desventaja y perdiendo empleo.
En el ramo de la literatura no nos quedamos atrás, recientemente recibí un correo de SOGEM pidiéndome grabar un video con mi nombre, mencionando las obras que había escrito y la rama o ramas correspondientes (literatura, cine, tv, etc), a fin de “defender nuestro trabajo” contra los plagios de la IA. Es, por supuesto, una herramienta, pero no una legislación, no un muro que contenga el desplazamiento silencioso que la IA está haciendo a gremios específicos, principalmente a los creativos.
Por ello, los colectivos del ramo están organizando una manifestación por una urgente regulación de la IA, el próximo 13 de julio a las 12 del día en el Monumento a la Revolución.
Más allá de la manifestación y lo que los respectivos gremios hagan al respecto, es urgente la empatía de las autoridades, principalmente de los legisladores, la secretaria de Cultura, el IMPI e INDAUTOR, para sumar esfuerzos y no permitir que, por falta de legislación, cientos de familias queden desprotegidas. Hoy, la IA comienza a ahogar a los creativos, de no legislarse, mañana puede ser cualquiera.
Por Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez