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La comunidad de San Pedro Nexapa, amaneció en shock tras el hallazgo de un par de varones asesinados con el sello de los grupos de la delincuencia organizada
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La tranquilidad que caracteriza a la comunidad de San Pedro Nexapa, del municipio de Amecameca, está en shock; conocida por su producción de árboles de Navidad, se vio rota la calma tras el hallazgo de dos jóvenes asesinados con extrema violencia.
Los cuerpos, localizados entre la maleza de un predio de la zona, estaban atados de manos, amordazados y con un disparo en la cabeza, en lo que se presume fue una ejecución directa al estilo del crimen organizado.
Las víctimas, de entre 20 y 25 años, aún no han sido identificadas oficialmente, pero el impacto de su asesinato ha sacudido a toda la comunidad. “Nunca habíamos visto algo así aquí. Vivíamos tranquilos. Ahora sentimos miedo de salir”, lamentó doña Carmen, vecina de Nexapa.
Fue un grupo de lugareños quienes, al caminar cerca del predio, descubrieron los cuerpos boca abajo y dieron aviso a las autoridades. Elementos de la policía municipal y de la Fiscalía del Estado de México acudieron al sitio, donde confirmaron que ambos presentaban heridas provocadas por un arma calibre .22, utilizada con frecuencia en ejecuciones relacionadas con actividades delictivas.
El caso ha generado una profunda preocupación entre las familias de Amecameca, que exigen una respuesta inmediata. “No queremos que nuestros hijos vivan entre balas o cuerpos abandonados en el campo”, expresó Laura Martínez, madre de dos adolescentes.
El crimen ocurre justo cuando el Gobierno del Estado de México presume una baja del 31% en los homicidios dolosos durante el primer semestre de 2025. Sin embargo, para los habitantes, estas cifras no reflejan la realidad en las comunidades alejadas de las grandes ciudades. “Las estadísticas no protegen a nadie. Aquí seguimos enterrando jóvenes”, afirmó Miguel Ángel, comerciante del centro de Amecameca.
Por el momento, el predio permanece acordonado y la Fiscalía mexiquense ha iniciado una carpeta de investigación, aunque aún no hay detenidos ni pistas claras sobre los responsables. Mientras tanto, el ambiente en Nexapa es de miedo, indignación y un reclamo generalizado por justicia. La comunidad exige que esta doble ejecución no se sume a la larga lista de crímenes que quedan sin resolver.
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