Visitas
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La rutina del transporte en Toluca se vio interrumpida por un hecho que, aunque no derivó en tragedia, dejó un profundo malestar entre vecinos y usuarios: un conductor de autobús fue sorprendido manejando bajo los efectos del alcohol, con pasaje a bordo, entre ellos una mujer embarazada.
El incidente, ocurrido en plena avenida Benito Juárez durante un operativo sorpresa, encendió las alarmas ciudadanas sobre los controles laxos en el transporte público y los riesgos que implica su omisión.
Fue la Dirección General de Seguridad y Protección municipal la que desplegó el operativo de revisión, en el que se aplicaron 66 pruebas de alcoholemia. Una sola resultó positiva: la del chofer que, según testigos, ya mostraba señales evidentes de ebriedad incluso antes de iniciar su recorrido.
A decir de los pasajeros, conducía a exceso de velocidad, con música a volumen desmedido y sin control al volante. El sujeto fue remitido ante un juez cívico y la unidad fue llevada al depósito vehicular, en cumplimiento del Reglamento de Tránsito.
“Eso pudo terminar muy mal”, expresó María González, comerciante del centro de Toluca. “Dicen que lo vieron bebiendo en la base. Imagínate, suben niños, mujeres embarazadas, adultos mayores, y este hombre conduciendo como si no importara la vida de nadie. No estamos seguros ni en el transporte”. Su indignación, replicada por muchos vecinos, señala una desconfianza creciente en las medidas preventivas del sector transporte.
Para Jorge Mendoza, vecino de la colonia Centro, este hecho “no es aislado ni nuevo”. “Conducen como si estuvieran solos en la calle, rebasan por donde quieren, frenan sin motivo, y cuando uno se queja, te insultan. No es solo culpa del chofer. ¿Dónde están los controles de las empresas?”, cuestionó.
Te puede interesar
