317 lecturas
Por Pedro Linares Manuel
Los ausentes que siguen presentes
habido embarazos que no llegaron a término: abortos espontáneos, provocados, pérdidas tempranas o incluso embarazos no reconocidos. Desde la mirada de las Constelaciones Familiares, estos hermanos también forman parte del sistema. Su exclusión o negación puede generar desorden y consecuencias invisibles para los que sí nacieron.
Cuando un hijo no nacido no es incluido en el corazón ni en el orden de llegada, los hermanos vivos pueden ocupar un lugar que no les corresponde. Esto se manifiesta en sentimientos de vacío, culpa sin motivo, tristeza persistente, hiperexigencia o miedo a vivir.
PROFUNDA PAZ INTERIOR
Caso 1: Andrea, hija única, siempre sintió una melancolía inexplicable y una sensación de no encajar.
En constelación salió a la luz que antes de ella hubo dos abortos no nombrados. Al reconocer a sus hermanos no nacidos y devolverles su lugar, Andrea sintió una profunda paz interior y una claridad emocional que nunca había experimentado.
Caso 2: Un joven con dificultad para comprometerse en pareja descubrió en constelación que había reemplazado inconscientemente a un hermano que murió antes de nacer. Vivía “cuidando” a mamá, como si fuera el único hijo, sin saber que esa posición no le correspondía. Al incluir simbólicamente al hermano ausente, su energía se liberó.
UN PEQUEÑO RITUAL
Incluir a los hermanos no nacidos no es abrir heridas, es darles el lugar que les corresponde en el alma familiar. A veces basta con nombrarlos en voz baja, hacer un pequeño ritual o simplemente decirles internamente: “Yo soy la hermana menor, tú viniste antes. Te veo, te reconozco, tú también perteneces”.
Cuando los ausentes son honrados, los presentes pueden vivir en paz. Porque solo cuando cada quien tiene su lugar, la vida encuentra su orden.
Si este tema resonó contigo y deseas trabajarlo de manera personal, puedes agendar una cita programada.
WhatsApp: 56 4410 4184 | Escribe con la palabra: “LECTOR – HERMANOS NO NACIDOS”
