Visitas
Vecinos de Ecatepec y usuarios locales vivieron momentos de tensión al ver a un niño con la condición de autismo, viajando solo por la Central de Abasto con riesgo grave.
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
Un episodio que generó angustia e indignación entre usuarios del transporte público y vecinos de Ecatepec se vivió luego de que un niño con autismo fuera encontrado viajando solo a bordo de una unidad en inmediaciones del Mexipuerto de la Central de Abasto.
La escena fue difundida ampliamente en redes sociales, donde cibernautas no tardaron en alertar sobre el riesgo que enfrentaba el menor y solicitaron apoyo urgente para dar con sus familiares.
Fue el operador de una unidad de la Ruta 89 quien se percató de la situación. De acuerdo con versiones recabadas por usuarios y testigos, el niño abordó el vehículo en la zona de Ranchería, en San Isidro Atlautenco, sin ningún adulto que lo acompañara.
Al notar su comportamiento retraído y dificultades para comunicarse, el conductor optó por detener la marcha y reportar de inmediato a las autoridades, temiendo por la integridad del pequeño.
Elementos del Sector 11 de la policía municipal y la Célula de Búsqueda de Personas atendieron el llamado y lograron interceptar la unidad a tiempo. El menor fue resguardado de inmediato y, gracias a la difusión de su imagen en plataformas digitales, una mujer identificada como Francisca, de 59 años, logró reconocerlo como su nieto.
Ella explicó que había salido brevemente a realizar un pago y que el niño, al cuidado de su hermana mayor, logró salir sin que nadie se percatara.
“Es increíble que algo así ocurra y que no haya una alerta temprana desde que un niño se pierde. Aquí fue la gente la que actuó más rápido que las autoridades”, opinó Julio Méndez, vecino de Jardines de Morelos, visiblemente preocupado.
Otros habitantes coincidieron en que hace falta mayor vigilancia en zonas habitacionales, además de campañas de concientización para proteger a menores con alguna condición neurológica.
El DIF Municipal intervino posteriormente para evaluar la situación familiar. Tanto el menor como su abuela fueron canalizados a las oficinas del organismo, donde se firmó una carta compromiso y se estableció un seguimiento a través del área de Trabajo Social, con el fin de prevenir futuras omisiones en su cuidado.
Te puede interesar
