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Vecinos estallan tras el hallazgo de un pozo y tres tomas ilegales de agua potable conectadas al sistema que abastece a la Ciudad de México.
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
El hallazgo de un pozo y tres tomas clandestinas de agua potable en una construcción localizada sobre la carretera Jilotepec-Ixtapaluca, en la colonia San Jacinto, del municipio de Jocotitlán, ha generado indignación entre habitantes, quienes denunciaron que mientras padecen escasez constante, hay quienes lucran impunemente con el llamado “oro líquido”.
La intervención fue encabezada por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), en coordinación con la Secretaría de Gestión Integral del Agua de la Ciudad de México (SEGIAGUA) y la Secretaría de Seguridad estatal (SSEM), luego de una denuncia presentada desde marzo pasado.
En el reporte, las autoridades capitalinas alertaron que algunas válvulas conectadas al sistema que abastece agua a la Ciudad de México presentaban irregularidades y estaban ligadas a instalaciones ilegales en Jocotitlán.
Durante la inspección realizada el pasado 12 de junio, se confirmó la existencia de tres tomas clandestinas, una de ellas conectada a una propiedad colindante con un pozo de distribución.
En el sitio fue detenido un hombre por delitos contra el servicio público, al ser señalado como presunto responsable de desviar el recurso. El inmueble fue asegurado y permanece bajo resguardo policiaco, mientras las tomas fueron clausuradas en su totalidad.
Para los habitantes de Jocotitlán, este hecho es solo la punta del iceberg de un problema estructural que ha generado hartazgo. “A nosotros nos cortan el agua si la usamos de más, pero otros se conectan directo al pozo y no pasa nada”, reclamó Ana María López, vecina de San Jacinto. En tanto, agricultores de la zona también expresaron su preocupación, ya que los desvíos de agua afectan la disponibilidad del recurso en temporada de riego.
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