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Por Miguel García Conejo
@kurt2767
Esta semana el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) entregó constancias a los ganadores a jueces y magistrados en la elección por el Poder Judicial en la entidad mexiquense.
Algún día se hablará de este periodo y proceso histórico para la democracia en México.
Pese a las críticas y los propios vacíos normales que evidenció un proceso electoral de primera ocasión, la elección del pasado domingo 1 de junio, es un avance histórico en los derechos civiles en una democracia aún incipiente como la nuestra.
Al otorgar a los ciudadanos y reposicionarles este poder, como principal eje de nuestra democracia, será un legado que podrá presumir la Cuarta Transformación en el futuro.
Sigo sin entender a aquellos que manifiestan su rechazo hacia que sea la ciudadanía quien otorgue y retire a los jueces en su cargo.
Como cualquier funcionario en algún cargo público, al igual que los políticos, deben estar siempre en el escrutinio por sus acciones y debe ser el ciudadano quien los ratifique o no en el cargo.
Aquellos que llegaron saben, por primera vez, que esa posición de poder se la deben al voto ciudadano, son a ellos ahora a quienes tienen que responder, ya no a cúpulas del poder como siempre pasaba.
Si bien la participación no alcanzó los porcentajes que se buscaba, marca el inicio de procesos que aglutinarán la participación ciudadana en el futuro cercano, así se ratificará en el 2027. Al tiempo.
