Síguenos

¿Qué estás buscando?

Uncategorized

Micrófono de oro

Visitas

Eduardo López Betancourt
elb@unam.mx

ES UN HONOR RECIBIRLO

Recientemente me fue concedida tan digna presea; su Presidenta, la Maestra Rosalía Buaún Sánchez, señaló que me fue otorgada en reconocimiento a mis antecedentes en el ámbito de la locución mexicana. En efecto, hacia el año de 1965, por invitación del “Bachiller” Álvaro Gálvez y Fuentes (quien en esa época fundaba la Dirección General de Educación Audiovisual de la Secretaría de Educación Pública) fui integrado como miembro del Jurado Calificador, encargado de otorgar credenciales de locutor mediante exámenes rigurosos a quienes deseaban obtener tan preciada licencia.

Esta formalidad exigía pruebas estrictas de dicción, cultura general y, sobre todo, respeto al público. Durante esa época era impensable que alguien frente a un micrófono utilizara un lenguaje soez, burlón o irrespetuoso. Con el tiempo, lamentablemente, la sana costumbre de otorgar licencias a los locutores se perdió, y hoy en día, en esos espacios antes tan respetados, el “cualquerismo”, la ignorancia y la falta de ética se han convertido, en muchos casos, en una lamentable constante dentro del mundo de la información.

También se destacó que durante diez años conduje un programa titulado Denuncia, transmitido de lunes a viernes durante una hora en una importante cadena radiofónica. En ese espacio realicé entrevistas a figuras relevantes del ámbito político, científico y cultural de México. Entre los invitados se encontraban futuros presidentes de la República, gobernadores, diputados, secretarios de Estado y destacados personajes del conocimiento y las artes.

A este hecho se suma mi labor periodística radiofónica junto a grandes líderes de la comunicación, como José Gutiérrez Vivó y Nino Canún, cuya relevancia en programas informativos aún es reconocida.

Más recientemente, entrevistas en radio y televisión donde abordo temas fundamentales originaron este premio que valoro profundamente. Me siento digno de haber mantenido siempre mis opiniones, con un punto de vista directo, crítico y ajeno a la lisonja, privilegiando siempre lo que considero mi verdad, sin dejar de respetar la de los demás.
Gracias a la Asociación Nacional de Locutores.

Te puede interesar

Advertisement